domingo, 13 de noviembre de 2011

LA MEDIUNIDAD


"Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aún se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían" - (Hechos, Cáp. 19 -1 y 12). 

 
13.1 QUÉ ES EL PASE
Desde la antigüedad, la imposición de las manos es una de las armas usadas por las personas para auxiliar a los enfermos o apartar de ellos las malas influencias espirituales. En muchos apartes de la Biblia, vemos a Jesús y a sus discípulos imponiendo las manos sobre los necesitados, rogando a Dios que fuesen curados. Jesús utilizó esta práctica afirmando que, si quisiéramos, podríamos hacer lo mismo. Y desde aquel tiempo el hombre se vale de este recurso para aliviar, consolar, mejorar y hasta curar dolencias físicas y espirituales. 

Antes del advenimiento del Espiritismo, poco se sabía sobre la práctica de esta costumbre. Los fenómenos de curación se cubrían de misterio y eran tenidos como acontecimientos sobrenaturales. 

Al menos públicamente, nadie se aventuró a dar explicaciones para el extraño poder que tenían las manos para curar y aliviar los males físicos y espirituales. Con la llegada de la Doctrina espírita, los Espíritus superiores explicaron él por qué de las cosas. Enseñaron que las manos servían como un instrumento para la proyección de fluidos magnetizados, donados por el operador, y fluidos espirituales, traídos por los Espíritus. Según ellos, los fluidos curativos eran absorbidos por la persona necesitada por medio de los centros vitales (chacras), acumuladores y distribuidores de energía, localizados en el periespíritu y por el propio cuerpo astral que actúa como una esponja. Así se explican teóricamente, las curas efectuadas por Jesús y por los curadores de todos los tiempos. 

Entre nosotros, seguidores de Allan Kardec, la imposición de las manos sobre una criatura con la intención de aliviar los sufrimientos, curarla de algún mal, o simplemente fortalecerla, se conoce como "pase". El pase es uno de los métodos utilizados en los Centros Espíritas para el alivio o cura de los sufrimientos de las personas. Cuando se administra con fe, el pase es capaz de producir verdaderos prodigios. Tiene como objetivo el reequilibrio del cuerpo físico y espiritual. 

 
13.2 EL PASISTA 

El pasista es aquel que realiza el pase. Ser un pasista Espírita es una tarea de gran responsabilidad, pues se trata de ayudar a las personas en nombre de Dios. Personas carentes y deseosas de mejoría, buscan en el Centro Espírita los recursos del pase como forma de alivio de las presiones psicológicas y sustentación para sus fuerzas morales y físicas. 

El pasista no requiere ser un santo, pero debe esforzarse en su mejoría interior y en el aprendizaje intelectual. Armado del deseo sincero de servir, casi todos los principiantes pueden trabajar en esta sagrada tarea. El pasista debe procurar vivir una vida sana, tanto física como moralmente. Poco a poco, los vicios terrenos deben ceder o dar lugar a las virtudes. El uso del cigarrillo y la bebida deben evitarse. Como el pasista da de sí mismo parte de los fluidos que van a fortalecer la parte material y espiritual del necesitado, esos fluidos deben estar limpios de vibraciones oriundas de los vicios. 

En el aspecto mental, el pasista debe cultivar los buenos pensamientos diariamente. El orgullo, la maledicencia, la sensualidad exagerada y la violencia en las actitudes deben combatirse constantemente. La Espiritualidad superior asocia equipos de Benefactores a los trabajadores que se esfuerzan, multiplicándoles la capacidad de servicio. 

La fe racional y la certeza en el amparo de los buenos Espíritus, son sentimientos que deben estar presentes en el corazón de todos los pasistas. Es fundamental en el trabajo del pase, entregarse con sinceridad a la tarea bajo su responsabilidad, viendo en todo sufridor un alma carente de amparo y orientación. El pasista no debe tener preferencia por ninguno. Su auxilio debe igualmente ser distribuido a todas las criaturas. Las elevadas condiciones morales del pasista son fundamentales para que el obtenga un resultado satisfactorio en el servicio del pase. 

Por consiguiente, todos podemos suministrar el pase, aunque se requiere una mínima preparación moral a fin de que la ayuda sea lo más eficaz posible. Como todas las tareas realizadas dentro el centro espírita, ésta también requiere de cuidados y atención por parte de quien se propone a ejecutarla. 

"Como a todos es dado recurrir a los Espíritus, orar y querer el bien, muchas veces basta imponer las manos sobre el dolor para calmarlo; es lo que cualquiera puede hacer, si tiene fe, fervor, voluntad y confianza en Dios" -(Allan Kardec - Revista Espírita, Septiembre de 1.865). 

 
13.2.1 ¿Qué se necesita para ser un buen pasista?  
Allan Kardec nos instruye al respecto: "La primera condición es la de trabajar en su propia depuración (moral y ética), para no alterar los fluidos saludables que transmitirá. Esta condición no podrá ser ejecutada sin el más completo desinterés material y moral. El primero es el más fácil, y el segundo es el más raro, porque el orgullo y el egoísmo son sentimientos difíciles de extirpar, y porque varias causas contribuyen para exaltar a los médiums" - (Allan Kardec - Revista Espírita, Noviembre, 1.866). 

13.2.2 Condiciones básicas para el ejercicio del pase espírita:  
Fe; Amor al prójimo; Disciplina; Voluntad; Conocimiento; Equilibrio psíquico; Humildad; Devoción; Abnegación y otros.

13.2.3 Factores negativos físicos que perjudican los resultados del pase:
Uso del cigarrillo y el alcohol; Desequilibrio nervioso; Alimentos inadecuados y otros.

13.2.4 Factores negativos espirituales y morales: Tristeza, pasiones bajas, egoísmo, orgullo, vanidad, codicia, vida deshonesta, adulterio etc. 

"El fluido humano siempre está impregnado de impurezas físicas y morales del encarnado; el de los buenos Espíritus es evidentemente más puro, tiene propiedades más activas, que producen una curación más rápida. Pero, al pasar por el encarnado, aquel puede alterarse. Por lo tanto, todo médium curador, necesita trabajar por su mejoramiento moral" - (Allan Kardec - Revista Espírita, Septiembre, 1.865). 
 
13.3 TIPOS DE PASES
Los pases se clasifican en tres categorías: Pase magnético, Pase espiritual y Pase mixto. 

13.3.1 Pase Magnético 
 Es un tipo de pase donde la persona dona solamente fluidos, utilizando la fuerza magnética existente en el propio cuerpo periespiritual. Por lo menos en teoría, cualquier persona puede realizarlo. Sus cualidades varían según la condición moral del pasista, su capacidad de donar fluidos y su deseo sincero de amparar el prójimo. 

En el pase magnético, generalmente se recibe asistencia espiritual. Esto sucede porque los Espíritus superiores siempre ayudan a aquellos que, con gran voluntad, asisten a los más necesitados. Recordamos aquí, que el socorro de las Benefactores es independiente de la creencia que el pasista o magnetizador puede tener en Dios o en la Espiritualidad. 

Los Espíritus dijeron a Allan Kardec, en "El Libro de los Médiums", pregunta 176: 

"... aunque una persona deseosa de hacer el bien no crea en Dios, Dios cree en ella". 

 13.3.2 Pase Espiritual  
Es una especie de magnetización hecha por los buenos Espíritus, sin intermediarios, directamente en el periespíritu de las personas enfermas o perturbadas. En el pase espiritual el necesitado no recibe fluidos magnéticos del médium, son otros, más finos y puros, traídos de los planos superiores de la Vida, por el Espíritu que vino a asistirlo. 

Por el hecho de no estar mezclado el fluido animalizado, el pase espiritual es mucho más limitado que las otras modalidades de pases. Con esto se comprende, que los recursos ofrecidos en las reuniones públicas de Espiritismo, donde participan un gran número de encarnados y Espíritus desencarnados, son mayores que con los que podemos contar en nuestras residencias, donde contamos sólo con la ayuda de nuestro guía espiritual. 
                                                                    Con fe                                        Sin fe
13.3.3 Pase Mixto  
Es una modalidad de pase donde se mezclan los fluidos del pasista con los de la Espiritualidad. La combinación es mucho mayor que en el pase puramente magnético y sus efectos mucho más saludables. Este es el tipo de pase que es aplicado en los Centros Espíritas, contando con la ayuda de los equipos espirituales que trabajan en el área, para ayudar a los necesitados. 

Los benefactores espirituales comparecen en el momento del pase, atendiendo a los encarnados y también suministrando eficiente ayuda a las entidades del plano espiritual. Ellos
actúan aumentando, dirigiendo y clasificando nuestros fluidos. 

Pero, para que se pueda contar siempre con la ayuda de los buenos Espíritus, es necesario observar los cuidados señalados anteriormente sobre la depuración íntima de cada uno de los que están comprometidos en la tarea de hacer el bien. 
 
"...Para curar por la acción fluídica, los fluidos más depurados son los más saludables; siendo estos fluidos benéficos de los Espíritus superiores, de ellos es que debemos obtener la colaboración. Por esta razón, la oración y la evocación son necesarias, pero para orar y, sobre todo, orar con fervor, es preciso tener fe. Para que la oración sea escuchada, es preciso que se haga con humildad y acompañada por un real sentimiento de benevolencia y de caridad. Ahora, no hay verdadera caridad, sin devoción, ni devoción sin desinterés". -(Allan Kardec - Revista Espírita, Enero, 1864). 

13.4 EL PASE EN EL CENTRO ESPÍRITA
El pase se destina al tratamiento y profilaxis de enfermedades física y espirituales junto a los necesitados que procuran el centro espírita. El equipo de pasistas debe estar alineado en el mismo pensamiento de ayudar a esas personas necesitadas de auxilio. 

El servicio de aplicación del pase requiere criterio, discernimiento, responsabilidad y conocimiento doctrinario. Es un complemento a los recursos de auto-mejoramiento y de reeducación espiritual utilizados normalmente. 

La Técnica del Pase Espírita: 
Hay cierta discusión en el medio espírita sobre cómo debería ser aplicado el pase. Algunos defienden la tesis de que los pases deberían ser aplicados movilizando las manos alrededor del cuerpo del individuo, de modo que las energías espirituales pudiesen mejor alcanzar sus objetivos de cura. Otros, consideran que con el hecho de imponer las manos sobre la cabeza de quien va a recibir el pase ya es suficiente. 

André Luiz nos informa en "Conducta Espírita" que el pase debe despojarse de cualquier recurso espectacular. José Herculano Pires, en el libro "Mediumnidad", dice que el pase es tan sencillo que no se puede hacer más sino darlo. 

Allan Kardec, refiriéndose al asunto en la Revista Espírita, número de septiembre de 1.865, dice a los médiums que:
 
"Solamente su ignorancia les hace creer en la influencia de ésta o de aquella forma. En la mayoría de las veces, a esto le mezclan prácticas evidentemente supersticiosas, las cuales no deben aceptarse y darles el valor que merecen". 

Oficialmente, la doctrina Espírita no prescribe una metodología para el pase. Cada grupo es libre de adoptar uno u otro modo, desde que no se llegue a exageraciones. La técnica debe ser lo más simple posible, evitándose fórmulas, exageraciones y gesticulaciones en torno al paciente. Cada grupo debe tener un buen sentido del trabajo y de la forma más conveniente, siempre y cuando se encuadren dentro de los fundamentos doctrinarios lógicos. 

Lo que si es preciso tener en cuenta es que ninguna de las dos formas de aplicar el pase surtirá efecto si el médium no cuenta con la voluntad de ayudar y con las condiciones morales saludables para realizarlo. Así se aplique la mejor metodología no se conseguirán buenos resultados, si el pasista fuese de mal carácter. 

13.4.1 ¿Cuándo Debe Ser Aplicado el Pase? 
 La variación de las condiciones fluidicas periespirituales de cualquier criatura viva produce desequilibrios orgánicos y psicológicos, que pueden dar origen a las enfermedades. Alteraciones psicológicas o traumas orgánicos pueden provocar cambios fluidicos en la capa exterior del periespíritu, agravando dolencias o iniciando estados mórbidos. De ahí, la importancia de la terapia energética de los pases como tratamiento, pero principalmente como profilaxis de las enfermedades. Por eso, el pase debe ser aplicado regularmente, donde se esclarezca que el procedimiento no es obligatorio, para desvincularlo de la condición de ritual o dogma. 

13.4.2 Como debe portarse el que recibe el pase?
  • Debe tener algún conocimiento doctrinario 

  • Debe tener algún conocimiento sobre qué es el pase. 

  • Debe relajarse, olvidar sede lo exterior y mantener la concentración en Dios y en Jesús. 

  • Mantener disposición mental positiva (alegría)


  • Merecer (Ley de causa y efecto)


  • Fé = receptividad, confianza, aceptación (fuerza que atrae) 

  • Tomar regularmente el pase, como terapia para el Alma y ayuda complementar para la salud física. 
  •  Oración Intima 
 
ACTITUD DEL PACIENTE




  

 

sábado, 25 de junio de 2011

LA MEDIUNIDAD

"Y será en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; y vuestros mancebos verán visiones, y vuestros viejos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu y profetizarán;" - (Hechos, Cáp.. 2 - 17 y 18).


12.1    QUÉ ES LA MEDIUMNIDAD

La mediumnidad es una sensibilidad existente en los seres vivos. Es una especie de "ventana", por la cual se reciben las influencias del plano espiritual. Toda criatura viva posee mediumnidad o al menos rudimentos de ella. En el hombre, ella se presenta muy compleja y puede, en algunos casos, ser utilizada como "puente" entre los dos planos de la vida. Allan Kardec denominaba "médiums" solamente a las personas capaces de producir fenómenos ostensibles con sus facultades. 

"Cualquiera que se encuentre apto para recibir o transmitir las comunicaciones de los Espíritus es, por ello, un médium, sea cual fuere el medio empleado y el grado de desenvolvimiento de la facultad - desde la más simple influencia oculta hasta la producción de los más insólitos fenómenos. Sin embargo, en el uso corriente, el vocablo tiene una acepción restringida y se dice generalmente de las personas dotadas de una capacidad muy grande para la producción de efectos físicos, como para la transmisión del pensamiento de los Espíritus por la escritura o por la palabra" - (Allan Kardec, Revista Espírita, Febrero, 1859).

La mediumnidad es independiente de las condiciones morales del individuo. Criaturas de dudosa moral poseen bellísimas facultades, mientras que otras, probas, cultas, dedicadas a las cosas de Dios, no consiguen producir ni los más pequeños efectos. La mediumnidad, conforme la define Allan Kardec, depende de una organización física más o menos apropiada para manifestarse. Proviene de una disposición orgánica existente entre las conexiones del cuerpo carnal con el periespíritu.

Existen dos obstáculos que dificultan la práctica de la mediumnidad de modo racional y productivo. El primero de ellos es el uso que se puede dar a la facultad. Hay médiums que la utilizan en forma incorrecta y perjudicial. Se convierten en adivinadores o meros leedores de la suerte. El otro problema es la presencia ostensiva de Espíritus inferiores junto a los médiums, cuando comienzan el ejercicio de la facultad. Tal situación se convierte en un verdadero estorbo para progreso de los principiantes, principalmente cuando aún se encuentran muy inseguros.

12.2    LA MEDIUMNIDAD Y SUS FINES

La mediumnidad tiene varias finalidades para el ser humano. En el servicio de intercambio mediúmnico se constituye en el puente de comunicación entre los dos mundos, el físico y el espiritual, demostrando a través de los fenómenos, la existencia de las cosas invisibles. Permite que los Espíritus desencarnados envíen mensajes esclarecedores hablando de la vida y del Universo creado por Dios. Nos ayuda a curar y aliviar los dolores físicos y morales de enfermos y desequilibrados.

El canal mediúmnico es la vía de acceso que el Espíritu encarnado mantiene permanentemente abierta para el mundo invisible. Por él, la criatura recibe influencias positivas y negativas, que la excita al progreso o al estancamiento. Haciendo uso de su libre albedrío, el Espíritu podrá seguirlas o ignorarlas, cosechando los frutos de acuerdo a la ley de la siembre y la cosecha.

A través de muchas reencarnaciones, el Espíritu sigue el camino de crecimiento espiritual, hasta adquirir la sabiduría y el dominio sobre sus malas inclinaciones. Los Espíritus encarnados ejercen constante influencia sobre los desencarnados y viceversa. Esta inter-influencia se da a través de los pensamientos y de lo sentimientos individuales y colectivos.

Aunque la facultad propiamente dicha sea orgánica, el uso bueno o malo que el médium pueda darle depende de su cualidad moral. Por consiguiente, el médium que no trabaja en su propia edificación, se convierte en fácil presa de los malos Espíritus, desviando la finalidad de un don que le fue dado por Dios para que lo utilizara como instrumento de su mejora interior.
 
 "Si el médium es de baja moral, los Espíritus inferiores vienen a agruparse a su alrededor y están siempre prontos para tomar el puesto de los buenos Espíritus que se han llamado. Las cualidades que de preferencia atraen a los Espíritus buenos son: la bondad, la benevolencia, la sencillez de corazón, el amor al prójimo, el desprendimiento de las cosas materiales" - (Allan Kardec - El Libro de los Médiums, # 227).
 
12.3    CLASES DE MÉDIUMS   

"Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para utilizar!!!!!!!!!!. 

Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, la fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidad por el mismo Espíritu. 

A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de Espíritu; a otro, diversos géneros de lengua; ya otro, interpretación de lenguas" - (I Corintios, Cáp. 12, 7-10)

Los médiums se dividen en dos grandes categorías: médiums de efectos físicos y médiums de efectos intelectuales. Cada uno de ellos tiene una finalidad específica frente a la humanidad de nuestro tiempo.

12.3.1    Médiums de Efectos Físicos


Son los médiums dotados de facultades capaces de producir efectos materiales ostensivos. Su trabajo tiene la finalidad de llamar la atención de la incredulidad humana para la existencia de los Espíritus y del mundo invisible. Producen fenómenos materiales, tales como: movimiento de cuerpos inertes, ruidos, voz directa, curas fenomenales, transportes, etc.

Los médiums de efectos físicos se dividen en dos grupos: los facultativos, que tienen conciencia de los fenómenos que producen; y los involuntarios, o naturales, que no poseen conciencia de sus facultades y son utilizados por los Espíritus para promover manifestaciones sin que lo sepan. Ciertas comunicaciones dadas por Espíritus desencarnados a través de aparatos electrónicos (TCI = Transcomunicación Instrumental), donde algunos autores afirmaron que no era necesaria la presencia de la mediumnidad, fueron producidos por la acción de médiums de efectos físicos involuntarios.
 
Ese tipo de médium fue muy común en la época del advenimiento del Espiritismo y fue muy útil en la divulgación de las ideas espíritas, llamando la atención de las personas para la realidad del fenómeno. 
 
12.3.2 Médiums de efectos intelectuales 
 
Son los médiums dotados de facultades para producir comunicaciones inteligentes, con las cuales es posible aprender conceptos morales y filosóficos. Esas comunicaciones nos ayudan a entender el mundo invisible y el estilo de vida que llevan sus habitantes. Existe una gran variedad de médiums, que se vinculan más o menos directamente a una u otra de esas dos categorías. A título de instrucción básica, haremos algunos comentarios sobre los tipos de médiums más comunes:
 
Médiums Psicógrafos o Escribientes:
Son los que transmiten las comunicaciones de los Espíritus a través de la escritura. Estos médiums son muy comunes. Se dividen en: mecánicos, semi-mecánicos e intuitivos.
 
Los mecánicos no tienen conciencia de lo que escriben. La influencia del pensamiento del médium en la comunicación es casi nula. La idea del Espíritu desencarnado se expresa con mayor claridad, ya que hay un gran dominio de la entidad sobre la facultad mediúmnica.

En los semi-mecánicos, la comunicación sufre una influencia un poco mayor del pensamiento del médium. La dominación del Espíritu sobre sus facultades no es tan profunda. Son la mayoría entre los médiums psicógrafos.

Los médiums intuitivos son los que reciben la idea del comunicante y la interpretan de acuerdo con el conocimiento personal. Existen otras variedades de médiums muy bien clasificados por Allan Kardec en El Libro de los Médiums.
 
Mediums oyentes o auditivos: 
Los médiums auditivos son aquellos capaces de oír la voz de los Espíritus de manera clara e inequívoca. Tales fenómenos ocurren generalmente en las reuniones mediúmnicas. Pueden, así, conversar con los desencarnados, escuchando y transmitiendo sus instrucciones para el plano material. Este tipo de mediumnidad es agradable si el médium sólo escucha Espíritus buenos. Pero cae preso de un Espíritu malo, puede caracterizarse en una tenaz obsesión.
 
Médiums Parlantes o Psicofónicos: Son los médiums que reciben comunicaciones de los Espíritus a través del habla. El médium psicofónico puede no tener conciencia de lo que habla, manifestando ideas contrariamente a sus conocimientos. Unos conservan recuerdos claros de lo que transmiten; otros no. Hay médiums que reciben las ideas de los Espíritus por medio del canal intuitivo, también denominado "mediumnidad natural", exponiendo con sus propias palabras lo que la entidad está revelando.

Médiums Videntes: 
Los médiums videntes son aquellos con capacidad para captar imágenes del mundo espiritual. Unos poseen esta facultad en estado normal, perfectamente despierto. Otros la tienen en estado sonambúlico o próximo al sonambulismo. Los médiums videntes no ven con los ojos carnales, ven con los ojos del alma. Por eso, es independiente el tener los ojos cerrados o abiertos para entrever a los Espíritus.
 
 Es conveniente saber separar la videncia propiamente dicha, de las apariciones accidentales y espontáneas. La videncia, aunque varíe de intensidad, consiste en la posibilidad más o menos frecuente de ver a los Espíritus. La interpretación de las visiones espirituales varía de un médium para otro, según su condición evolutiva. Las apariciones pueden darse para cualquiera, para todo aquel sea vidente o no.

Las apariciones accidentales de Espíritus, en la hora de la desencarnación de los seres queridos, que se encuentran distantes. En esos casos, los Espíritus se aparecen a sus parientes, como si quisieran dar testimonio de que se encuentran vivos y que parten para la nueva vida. Se dice popularmente, que vienen a dar aviso de su muerte.

Las visiones durante el sueño del cuerpo físico también hacen parte de la categoría de apariciones.
 
Médiums Sonámbulos o Sonambúlicos: 
Son los que durante el transe de desdoblamiento mediúmnico, actúan bajo la influencia de su propio Espíritu. son ellos mismos, que desprendiendo de su cuerpo físico, se proyectan en el mundo espiritual y conversan con los desencarnados, viendo, oyendo y percibiendo. Viven durante breves instantes, la libertad de los Espíritus libres. Sus sentidos no sufren las limitaciones provocadas por la materia.
 
 Este tipo de médium nos puede transmitir todo lo que acontece durante el trance, inclusive transmitir los consejos que recibe de los buenos Espíritus, desde el plano espiritual. También son conocidos como "sonámbulos" los médiums que pierden la conciencia durante las comunicaciones.
 
Médiums Sensitivos: 
Son las personas que poseen sensibilidad capaz de sentir con facilidad la presencia de los Espíritus. Esa mediumnidad no está bien definida, pues los médiums en general son impresionables. Sería más una cualidad general que especial, o sea una facultad rudimentaria, esencial para el desenvolvimiento de otras.

Médiums curadores: Son aquellas personas que poseen el poder magnético (o don) de curar las enfermedades orgánicas, o aliviar dolores por la imposición de las manos o por la oración. la fe, aliada al magnetismo del médium y el auxilio de los buenos Espíritus, realiza el fenómeno de la curación. Jesús era un médium curador en potencia.
 
Los médiums curadores, por el hecho de producir efectos materiales, pueden ser clasificados como médiums de "efectos físicos". El don de curar es uno de los más bellos que el médium puede adquirir, pero exige una vida ejemplar y moral sana.
 
12.4    CONSECUENCIAS MORALES DE LA PRÁCTICA MEDIÚMNICA

La práctica de la mediumnidad en el Espiritismo no tiene como meta solamente la producción de fenómenos físicos, destinados a despertar a los incrédulos, o curar enfermedades carnales o espirituales. Las actividades curativas, además de demostrar la acción de la Misericordia Divina, sirve para alertar al ser humano de que él es algo más que materia. Debe despertarla para el real sentido de la vida, provocándole una consecuencia de orden moral.
 
Frente al mundo terreno, repleto de intereses inmediatos, el hombre busca su felicidad ahogándose en las ilusiones provocadas por la materia. Se pierde en pasiones transitorias, alejándose del noble ideal de la vida, que es el aprendizaje y el progreso del Espíritu como criatura inmortal. La mediumnidad es un medio por el cual los Espíritus Superiores presentan nuevos conceptos y horizontes más amplios a las personas. Eso les renueva el ánimo y las esperanzas con relación al futuro.
 
El contacto con el mundo espiritual, a través de la mediumnidad, nos muestra que, por la Ley de Causa y Efecto, recogemos todo aquello que sembramos. Que una vida egoísta y orgullosa solo conduce al sufrimiento, al paso que una conducta pautada en las orientaciones del Evangelio, nos encamina para un estado de equilibrio y a la verdadera felicidad.
 
Es por la mediumnidad que somos esclarecidos que, al morir, continuamos viviendo; que encarnaremos en otras ocasiones, ya en una condición social, después en otra; que los principios morales enseñados por Jesús, hacen nacer en la intimidad de los hombres el tan soñado Reino de Dios. Por fin, la persona que abraza tan noble tarea tiene en las manos una gran herramienta de crecimiento espiritual, una vez que depende de su condición moral el contacto con las fuerzas espirituales del Bien. Actuando como instrumento en ese intercambio, sabe que depende de su esfuerzo personal el buen o mal uso que hiciere del don que Dios le dio.
 
"Todas nuestras facultades son favores que debemos agradecer a Dios, pues hay criaturas que no las poseen. Podías preguntar por qué Dios concede buena visión a malhechores, destreza a los ladrones, elocuencia a los que sólo la utilizan para el mal. Sucede lo mismo con la mediumnidad. Criaturas indignas la poseen porque necesitan de ella más que los otras, para mejorarse" -(El Libro de los Médiums - Pregunta 226, ítem 2).
 
12.5    ESPÍRITU – PERIESPÍRITU – CUERPO FÍSICO


Para que se comprendan los mecanismos de funcionamiento del fenómeno mediúmnico, es necesario recordar que el ser encarnado es constituido de: espíritu - periespíritu - cuerpo. El periespíritu realiza un papel fundamental en las comunicaciones mediúmnicas.
Todos los fenómenos de orden mediúmnica son posibilitados a través de la interacción entre el periespíritu del comunicante y del médium.
 
12.5.1    Influencia de los espíritus en las vidas humanas

En el Libro de los Espíritus, Allan Kardec pregunta a los Espíritus de Luz

459. ¿Influyen los Espíritus en nuestros pensamientos y acciones?
       Bajo este aspecto su influencia es mayor de lo que creéis; porque a menudo son ellos quienes os dirigen.

567. ¿Los espíritus participan a veces de nuestras ocupaciones y placeres?
     Los espíritus vulgares, como tú dices, sí, los cuales están sin cesar a vuestro alrededor y en lo que hacéis toman a veces una parte muy activa, según su naturaleza. Y esto es muy necesario para impeler a los hombres en los diferentes senderos de la vida, excitar o moderar sus pasiones.

El Universo está inmerso en el magnetismo, lo cual está presente en todas las cosas y cuerpos.

El pensamiento del hombre está impregnado de magnetismo, cuyo valor está relacionado con calidad de ese pensamiento.

El pensamiento es energía, que se manifiesta proporcionalmente al impulso que se le da y al objetivo a que se presta.

Todo buen pensamiento emite una energía que le es característica: positiva, suave, agradable. Ya los malos pensamientos promueven el sufrimiento.

En lo invisible, se da lo mismo: los hábitos semejantes unen a los Espíritus, que se agrupan según sus cualidades morales y las emanaciones de sus propias almas.

La sintonía de los encarnados con los desencarnados se da en estas fajas vibratorias.
Analizando el propio comportamiento y la propia vida el individuo evalúa las propias compañías espirituales.

El apóstol Pablo, en sus cartas, ya hablaba de una nube de testigos, lo que equivale a decir que estamos siempre acompañados de aquellos con quienes sintonizamos.
 
 12.5.2 La Obsesión

Catalogando las dificultades y los escollos del ejercicio irregular de las facultades mediúmnicas, el codificador del Espiritismo definió la obsesión como siendo el dominio que ciertos espíritus suelen tener sobre ciertas personas.

Los tipos de obsesión identificadas en El Libro de los Médiums, son: obsesión simple; obsesión por fascinación; obsesión por subyugación. Cada una de ellas tiene sus graduaciones que van de livianas hasta graves influencias espirituales.

Nunca nos encontramos a solas. Los espíritus van a todas partes, inmiscuyéndose positiva o negativamente en los asuntos humanos.
 
Para alejarse de los malos espíritus, solamente una manera tenemos: atraer a los buenos espíritus.

12.5.3    Profilaxis de la Obsesión

Las cualidades morales, los hábitos felices y positivos son la manera segura de lograrse la presencia de los buenos espíritus.


La oración habitual, el culto cristiano en el hogar, la lectura sana, las buenas acciones son los medios eficaces de alejar a los malos espíritus.

Muchos disturbios psíquicos son catalogados como perturbaciones meramente psicológicas, olvidándose de considerar los componentes espirituales.

La psicología transpersonal, en las últimas décadas, viene penetrando los dramas de los trastornos mentales, y, poco a poco, aproximándose de la realidad de las influencias del mundo espiritual sobre el mundo material, cuando se le descortinará nuevos horizontes.
 
 

 DUDAS PARA:



domingo, 5 de junio de 2011

LOS FLUIDOS




"...y lo que siembras no se vivifica, sino muere antes y lo que siembra no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; pero Dios le da el cuerpo, como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. También hay cuerpo celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otro en gloria" - (I Corintios, Cáp. 15 - 37 a 41).


11.1 CONSIDERACIONES

Uno de los grandes misterios que la Ciencia humana procura esclarecer es la de la existencia de una materia básica universal, capaz de servir de punto de partida para el origen de los elementos físicos conocidos. Aunque los investigadores de todo el mundo se hayan empeñado en el estudio de la estructura íntima de los átomos, aún no se consiguió encontrar ese elemento básico primitivo. Se cree que el Universo, en su lado material, tenga una edad estimada entre 9 y 16 billones de años. Estudios modernos afirman que en el principio todos los elementos, en ese momento, y en ese punto de partida habrían explotado, dispersando materia por el espacio, dando origen a las nebulosas, a los sistemas estelares, a los planetas y a los astros.


El Universo, de acuerdo con la física moderna, continúa expandiéndose y no se sabe hasta cuando continuará en ese proceso. La Ciencia entiende que, encontrando el elemento material primitivo, estaría frente a la solución de muchos misterios sobre el origen de las cosas.


En el siglo XIX, cuando comenzaron las manifestaciones de los Espíritus, ellos revelaron una teoría donde explicaban de manera racional el origen de las cosas materiales y espirituales. Decían que había por toda la Creación un elemento primitivo etéreo, denominado "fluido Universal", y que todos los elementos materiales conocidos serían formas modificadas de este fluido.


Algunos científicos en el pasado investigaron la materia básica, también denominada "éter", pero no consiguieron convencer a los medios científicos de su existencia. La Ciencia no podía comprender la presencia, en el espacio, de una materia tan sutil que no fuese detectada por los instrumentos existentes. El Espiritismo, a través de los fenómenos de efectos físicos, demostró la existencia del fluido universal, base de todos los elementos materiales.


11.2 FUIDO UNIVERSAL


El fluido universal es la materia básica fundamental de todo el Universo material y espiritual, la materia elemental primitiva. Es altamente influenciable por el pensamiento (que es una forma de energía), pudiéndose modificar, asumir formas y propiedades particulares.


La acción del Pensamiento Divino sobre el fluido universal dio origen a las nebulosas, a los sistemas estelares, a los planetas y a los astros. Es en esa materia fluídica que el Creador ejecuta el plano existencial.
El fluido universal llena todo el espacio existente entre los mundos. Por medio de él viajan las ondas del pensamiento, de la misma manera que las ondas sonoras se proyectan en la capa atmosférica.


En torno a los planetas, el fluido universal se presenta modificado. La presencia de la vida en el orbe le impone características especiales, puesto que es alterado por la actividad mental de los habitantes. Así, en los mundos más primitivos, el fluido universal que los rodea se presenta oscuro y pesado. En los mundos más civilizados, la atmósfera espiritual es más leve y luminosa.

Para una mejor comprensión, se puede decir que ese principio elemental tiene dos estados distintos: el de la imponderabilidad o de eterización (estado normal primitivo), y el de la ponderabilidad o de materialización. Al primer estado pertenecen los fenómenos del mundo invisible y al segundo los del mundo visible. Lógicamente que entre estos dos estados existen muchísimas formas intermedias de transformación del fluido en materia tangible.


En el estudio de este importante asunto entenderemos el origen de muchas afecciones del ser humano y los fundamentos de la fluido-terapia, de mucha aplicación en los centros Espíritas, en la profilaxis y tratamiento de las enfermedades físicas y espirituales.


"En el estado de eterización, el fluido universal no es uniforme; sin dejar de ser etéreo, pasa por modificaciones tan variadas en su género, y más numerosas tal vez, que en el estado de materia tangible. Tales modificaciones constituyen fluidos distintos que, si bien procedan del mismo principio, son dotados de propiedades especiales y dan lugar a los fenómenos particulares del mundo invisible. Siendo todo relativo, esos fluidos tienen para los Espíritus, que en sí mismos son fluídicos, una apariencia material, como la de los objetos tangibles para los encarnados, y son para ellos lo que para nosotros son las sustancias del mundo terrestre; ellos las elaboran, las combinan para producir efectos determinados como lo hacen los hombres con sus materiales, aunque utilizando procesos diferentes" - (Allan Kardec - La Génesis, Cáp. XIV, ítem 3).

11.2.1 FLUIDO VITAL


Los Espíritus afirman que una de las modificaciones más importantes del fluido universal es el fluido vital. Él es el responsables por la fuerza motriz que le proporciona movimiento a los cuerpos vivos. Sin él, la materia es inerte. Podemos decir que él es responsable por la animalización de la materia, pues, según los Espíritus, la vida es el resultado de la acción de un agente sobre la materia. Ese agente es el fluido vital. Es el que da vida a todos los seres que lo absorben y asimilan. La materia sin él, no tiene vida, así como él sin la materia no es vida.

Cuando los seres orgánicos pierden la vitalidad, por ocasión de la muerte, la materia se descompone formando nuevos cuerpos y el fluido vital vuelve a la masa, al todo universal, para nuevas combinaciones y utilizaciones en el Universo.


Cada ser tiene una cantidad de fluido vital, de acuerdo con sus necesidades, las variaciones dependen de una serie de factores. Allan Kardec nos instruye sobre el asunto en El Libro de los Espíritus, pregunta 70:


"La cantidad de fluido vital no es la misma en todos los seres orgánicos; varía según las especies y no es constante en el mismo individuo, ni entre todos los individuos de una misma especie. Hay los que están, por así decir, saturados de fluido vital, mientras tanto, otros poseen apenas la cantidad suficiente. Es por esta razón que unos son más activos, más enérgicos, y de cierta manera, de vida superabundantes.


La cantidad de fluido vital se agota. Puede mostrarse insuficiente para el mantenimiento de la vida si no es renovada mediante la absorción y la asimilación de las sustancias que lo contienen.


El fluido vital se transmite de uno a otro individuo. El que tiene más puede darlo al que posee menos y, en ciertos casos, reanimar una vida próxima a extinguirse".


Estudiando esos fundamentos a la luz del Espiritismo, llegamos a la comprensión de muchas cosas simples que nos parecían complicadas e irreales, como por ejemplo, la cita de Moisés en la Biblia sobre el origen del hombre. Dice él: "Dios formó el cuerpo del hombre del polvo de la tierra y le dio un alma viva a su semejanza". El estaba en lo cierto, pues quería decir, que el cuerpo material estaba formado de los mismos elementos que habían servido para formar el polvo de la tierra. El "alma viva a su semejanza "es el principio inteligente o espiritual sacado de la esencia divina, haciendo gran distinción entre lo material y lo espiritual.

El hombre puede mantener el equilibrio de su salud vital a través de la alimentación, de la respiración del aire no contaminado y, por encima de eso, manteniendo una conducta mental sana. El principio vital es la ley que rige la existencia del fluido vital.


11.3 ATMÓSFERA FLUÍDICA

"Los malos pensamientos corrompen los fluidos espirituales y también corrompen el aire que respiramos" - (Allan Kardec - La Génesis, Cáp. XIV, ítem 16).
Vimos que el pensamiento ejerce una poderosa influencia en los fluidos espirituales, modificando sus características básicas. Los buenos pensamientos imponen luminosidad y vibraciones elevadas que causan placidez y sensación de bienestar a las personas bajo su influencia. Los malos pensamientos provocan alteraciones vibratorias contrarias a las arriba citadas. Los fluidos son de carácter oscuro y su acción provoca malestar físico y psíquico.
Se puede concluir que en torno a una persona, una familia, una ciudad, una nación o planeta, existe una atmósfera espiritual fluídica, que varia de forma vibratoria según la naturaleza moral de los Espíritus.

A la atmósfera fluídica se asocian seres desencarnados con tendencias morales y vibratorias semejantes. Por esta razón, los Espíritus superiores recomiendan que nuestra conducta, en las relaciones con la vida, sea la más elevada posible. Una criatura que vive entregada al pesimismo a los malos pensamientos, genera a su alrededor una atmósfera espiritual oscura, que atrae para sí a Espíritus enfermizos. La angustia, la tristeza y la desesperación aparecen, formando un cuadro físico-psíquico deprimente, que puede ser modificado bajo la orientación de las enseñanzas morales de Jesús.
        "La acción de los Espíritus sobre los fluidos espirituales tiene consecuencias de importancia directa y capital para  los  encarnados. Siendo  tales  fluidos  el  vehículo  del  pensamiento  (y  el  pensamiento les  puede  modificar  las propiedades), es evidente que ellos deben estar impregnados de las cualidades buenas o malas de los pensamientos, que les ponen vibración, modificados por la pureza o impureza de los sentimientos" - (Allan Kardec - La Génesis, Cáp. XIV,  ítem 16).


A medida que crece a través del conocimiento, el hombre percibe que sus enfermedades, tanto físicas como espirituales, están directamente relacionadas con su grado evolutivo y que él puede cambiar ese estado de cosas, modificándose moralmente. Aliándose a las buenas compañías espirituales a través de sus buenos pensamientos, podrá establecer una mejor atmósfera fluidica en torno de sí y consecuentemente, del ambiente en que vive. Resumiendo, todos somos responsables por el estado de dificultades morales que vive el planeta actualmente.

     "Mejorándose, la humanidad verá depurarse la atmósfera      fluidica en cuyo medio vive, porque no producirá sino buenos fluidos, y estos colocarán una barrera a la invasión de los malos. Si algún día la Tierra llegara a no ser poblada sino por hombres que, entre sí, practican las leyes divinas del amor y la caridad, otras humanidades existentes que no se encuentren en condiciones de higiene física y moral, no la podrán habitar" - (Allan Kardec - Revista Espirita, mayo de 1.867)
           
          

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