sábado, 2 de octubre de 2010

LAS REVELACIONES Y EL PROGRESO ESPIRITUAL DEL HOMBRE

REVELAR, significa correr el velo, mostrar, dar a conocer lo que se considera secreto, pero todo conocimiento debe ser progresivo y ajustado a las mentalidades a las cuales se dirige. En consecuencia, las leyes divinas son reveladas a las criaturas humanas de acuerdo con su grado de entendimiento y capacidad de aprehensión de las verdades que encierra. El salvaje no entiende porqué no debe matar, si sobre eso le aconsejamos.
 
Periódicamente, las Espiritualidad Mayor revela a los hombres los principios que nortearán sus vidas en el camino del bien, aunque no todos los acepten o de ellos se den por enterados. Y es que cuentan con el libre albedrío para escoger y aceptar tales principios. Sin embargo, ese caudal de conocimientos ético-morales forma, paulatinamente, la estructura de la individualidad, o sea, de cada Espíritu, despojándolo de los vicios y defectos que constituyen su equipaje de errores del pasado.
 
Las revelaciones se dieron en diferentes y variadas épocas y los más diversos pueblos las recibieron, a través de la enseñanza de inspirados profetas, de iluminados instructores espirituales. La vivencia y la práctica de esas enseñanzas promueven la evolución espiritual de las criaturas, imperfectas, pero perfectibles en sí mismas.
 
Allan Kardec estudia en "EL GÉNESIS" las revelaciones dirigidas a la civilización cristiana, o sea la de Moisés y la de Jesús, comparándolas con la de los Espíritus, de la cual él fue el Codificador.

5.1   LA REVELACIÓN DE MOISÉS

El pueblo hebreo se destacó por sus numerosos profetas, de los cuales Moisés fue el más notable, después de Jesús de Nazareth. La Revelación Mosaica es individual y sobresale por la herencia que nos legó del DECÁLOGO, del Dios único y del fortalecimiento de la fe, pero nos presenta la divinidad bajo la forma de un SER vengativo, cruel, guerrero, temido y parcializado, propio de una época en que solamente por la amenaza del castigo físico, de represalias, sería posible establecer el orden, la obediencia y la sumisión.

5.2   LA REVELACIÓN DE JESÚS 
 
La Revelación cristiana nos mostró la vida futura y el DIOS de Jesús es todo bondad y amor, el Padre misericordioso y justo, no el Señor inclemente y cruel. Todavía, su enseñanza fue incompleta, como el mismo nos advirtió: "Tengo muchas cosas mas que decirles, pero en este momento sería demasiado para ustedes".- Juan, 16.12. 
 
Su Evangelio es el más perfecto Código de conducta moral que se conoce, pero las enseñanzas que nos dejó, fueron veladas y transmitidas principalmente en forma de parábolas, pues aún era muy temprano para que se conocieran integralmente.

5.3   LA REVELACIÓN ESPIRITA  

En el siglo XIX, nuevas enseñanzas fueron dadas a conocer a la Humanidad y continúan siendo ampliadas, para conocimiento de todos. Completaran las de Jesús, ya que los tiempos son llegados. Fueron dictadas por los Espíritus y constituyen el Espiritismo, o Consolador prometido por el Maestro.
 
El carácter esencial de la Revelación Espirita es la verdad, pues nos muestra la existencia de otro mundo, mas real que el nuestro, de sus leyes morales rigurosas, explicándonos el origen y naturaleza de los seres que lo habitan, los Espíritus, que no son más que las almas de los hombres que desencarnaran.

Las Revelaciones mosaica y cristiana son individuales, la Espirita es colectiva, porque su origen parte de la enseñanza coincidente de muchos Espíritus, suministrada al mismo tiempo en muchos lugares y por varios intermediarios (médiums).

La Revelación Espirita es, así, divina (proveniente de los Espíritus de Dios), es científica, pues resultó también de la experimentación, de la observación y del trabajo del hombre y se basa en hechos o sea en la Ciencia, cuyos métodos adopta. Es también universal, pues las enseñanzas de Jesús se destinan a todos los pueblos y progresiva, porque no teme a la Ciencia y sus descubrimientos, ya que en ella se basa, complementándolas con esclarecimientos de otro orden,
no por eso menos importantes. 

La enseñanza de Allan Kardec, el extraordinario Codificador de la Doctrina Espirita, expuesto en  EL GÉNESIS, referente a las Tres Revelaciones y que constituye excelente estudio de sus características, muestra que la mosaica es despótica (se imponía por la fuerza y por el miedo), la cristiana es consejera (Jesús mostraba siempre la necesidad de la obediencia a las leyes de Dios), siendo ambas, entretanto, personales y autoritarias (basadas en la integridad y valor moral de sus autores).

En cuanto a la revelación espirita demuestra él, que ella es científica (se adapta a las investigaciones y métodos de la Ciencia en busca del conocimiento, Ciencia que ella, a su vez, ilumina y esclarece) y divina (dictada directamente por los Espíritus del Señor, sus Mensajeros e intérpretes), y, aún, colectiva (originada de la enseñanza de muchos Espíritus) y universal (porque las enseñanzas de los Espíritus fueron recogidas de muchas fuentes, en muchos lugares, mostrándose siempre concordantes).   


El amor de Jesús sobre todos; la verdad de Kardec para todos.
Espíritu Bezerra de Menezes – Psicografía de Chico Xavier