domingo, 7 de noviembre de 2010

PRINCIPIOS BASICOS DE LA DOCTRINA ESPIRITA

EL ESPIRITISMO ES UNA DOCTRINA ESPIRITUALISTA, DE CARACTERÍSTICAS PROPIAS Y, COMO DOCTRINA, TIENE PRINCIPIOS BÁSICOS, CLARAMENTE DEFINIDOS, POR LOS CUALES SE NORTEA Y EN LOS CUALES APOYA LAS VERDADES QUE PROCLAMA. 


"La prueba de la existencia de Dios la tenemos en el siguiente frase: no hay efecto sin causa. Vemos constantemente una inmensidad de efectos, cuya causa no está en la Humanidad, ya que la Humanidad es impotente para producirlos, o, siquiera, para explicarlos. La causa está por encima de la Humanidad. Es la causa que se llama Dios, Jehová, Alá, Brhama, Fo-hi, Gran Espíritu, etc."- Allan Kardec, en OBRAS PÓSTUMAS. 
La inteligencia finita del Hombre, para comprender, tiende a limitar, restringir, circunscribir, calificar. Definir es siempre peligroso. En el intento de entender y aceptar la Divinidad, el Hombre crea atributos para DIOS, pero, en verdad, no puede aún comprenderlo ni entenderlo en su esencia y naturaleza íntima, como advirtieron los Espíritus Superiores a Kardec (El Libro de los Espíritus, pregunta No. 10). Pero puede respetarlo y amarlo, puede sentirlo en el corazón, dentro de su ser.

Por eso mismo, muchos preguntan si Dios existe, pues la Ciencia lo niega y el Materialismo lo desconoce. Entre tanto, es una ley científica, la de que no hay efecto sin causa, que prueba la existencia de Dios. De hecho, todo cuanto existe no es obra del Hombre, tiene que tener una causa: DIOS. 

A un pobre beduino, ignorante, que oraba mucho a DIOS, alguien le preguntó cómo podía creer en él. "Por sus obras," dijo. Y explicó:

-"¿Usted no conoce el origen de una joya por el arte del joyero? 

¿No sabe de quien es una carta, por la letra de quien la remite? 

Afirmas que un camello y no un perro pasó por el camino, ¿mirando simplemente el rastro dejado por el animal?

-"De esa manera, sé que Dios existe, por sus obras".

-"¿Cómo? Explique mejor".

-"Es muy fácil: Las estrellas en el cielo no son obra de los Hombres, que allá no podría haberlas colocado. Luego, sólo puede ser obra de DIOS, y, por tanto, él existe.”

Si hay creación, debe existir el Creador. El Orden Universal no habría sido hecho, si no hubiese la Mente Creadora y organizadora, verdad que Kant definió "como la más antigua, la más clara y la más adaptada a la común razón humana"

Dios existe y cada pueblo lo concibe a su manera y dentro de cada pueblo muchos lo entienden a su manera, de ahí, por qué en la mente del hombre, la idea de Dios varía hacia el infinito.  

La Bruyére dijo: "la imposibilidad en que me veo de probar que Dios no existe, me prueba su existencia". Decía Víctor Hugo: "DIOS existe, pues, de lo contrario, ¿cómo nosotros existimos?".

No debemos limitar el concepto de la Divinidad, en solamente uno de sus aspectos, ni atribuir al Creador, las perfecciones e imperfecciones de lo Creado. Entretanto, para mejor sentir a Dios, nosotros le conferimos ciertos atributos, comenzando por la definición que le dieron los Espíritus Superiores: "DIOS es la inteligencia suprema y la causa primaria de todas las cosas".

7.1 – EXISTENCIA DE DIOS

DIOS es la inteligencia suprema porque, si hay orden en el Universo, hay necesariamente una inteligencia responsable por El. El efecto es el resultado de una causa, luego, el efecto inteligente tiene una causa inteligente. La grandeza del Universo, el conjunto armonioso y sabio de las leyes eternas muestra una inteligencia poco común, orientando y conduciendo todas las cosas.

DIOS es infinito y eterno, pues no tuvo comienzo ni tendrá fin; es lo Increado y lo Absoluto. Porque sus leyes no cambian nunca, ni se derogan, es inmutable. La temporalidad, donde hay cambios y movimiento, es incompatible con la inmutabilidad, eternidad, atributos de la perfección. 
DIOS es inmaterial, esto es, puro Espíritu y como tal, enseñaba Jesús, debe ser adorado. Forzosamente es único, pues si otro existiese, no sería Dios, habría más dioses disputando su poder. 
Es soberanamente bueno y justo, pues el padre y juez imparcial, no crea el mal, solamente establece la ley, cuya trasgresión da siempre lugar al reajuste. Jamás niega la oportunidad del rescate de las faltas, que, deberán ser pagadas, porque si la siembra es libre, la cosecha es obligatoria. 
DIOS está inmanente (presente) en todas las cosas, pero no se confunde con ellas, trasciende, es distinto a ellas.  

Por todas sus características supremas, se entiende que Dios es omnisciente (todo sabe), omnipotente (todo puede) y omnipresente (está al mismo tiempo e todos los lugares). 
DIOS, (lo increado) es, y nosotros (la Creación) somos, existimos.

DIOS está en todo (inmanencia) y se manifiesta por la Vida y por el Amor, pero su Creación no es Él (trascendencia); siendo DIOS causa y no efecto, "las obras de Dios no son el propio DIOS, como el cuadro no es el pintor que lo concibió y lo ejecutó".  ALLAN KARDEC, "El Libro de los Espíritus", Pregunta 6.

DIOS existe dice el Espiritismo, porque consta de la Revelación, porque lo comprende nuestra razón y porque los hechos lo comprueban.

Comprender a DIOS es imposible, entonces sintámoslo, porque DIOS es eterno Amor es Altruismo, DIOS se da en amor a todas las criaturas. 


7.2   EXISTENCIA Y SUPERVIVENCIA DEL ESPÍRITU 

El Hombre es, esencialmente, un Espíritu inmortal, que no desaparece con la muerte orgánica, con el perecimiento del cuerpo físico. Sin embargo, millares de seres no creen en la inmortalidad del Espíritu y la ciencia, a pesar de todas las pruebas evidentes y experimentales al respecto, continúa afirmando: "Nada encontramos que justifique la creencia en la supervivencia. Es una hipótesis simpática y agradable, pero improbada".


La inmortalidad del Espíritu resulta comprobada por el laboratorio Mediúmnico del Espiritismo, cuyas sesiones prácticas traen hasta nosotros los mal llamados "muertos", nada más y nada menos que las criaturas humanas desencarnadas, aún perfectamente vivas, con todas las características que las distinguían, en éste mundo, cuando se hallaban en cuerpos físicos.

Factor importante, principio elemental de toda doctrina espirita, el Espiritismo comprueba, sin dogmas, sin misterios, racionalmente, la supervivencia del Espíritu, gracias al cual construye el sistema con que explica, hasta donde lo permiten las limitaciones de la inteligencia humana, el mundo en que vivimos y el mecanismo de su evolución.

Científicos de los más notables, no espiritas, realizaron experiencias rodeadas de todos los cuidados necesarios para la comprobación de los fenómenos y afirmaron con coraje, su legitimidad y por consiguiente, la inmortalidad del Espíritu: Charles Richet, William Crookes, Frederico Zoellner, Camilo Flammarión, César Lombroso, Ernesto Bozzano, Frederico Myers, William James,  Cromwell Varley, Alexandre Aksakof, Paul Gibier, William Barret, Oliver Lodge, James Hyslop, William Crawford, Frank Podmore, Roberto Hare, August de Morgan, J. Maxwell, Eugene Osty, Gustavo Geley, Gabriel Delanne, Albert de Rocha, Enrico Morselli y muchos otros.

Numerosos, como sabemos, los fenómenos mediúmnicos comprueban, a su manera, la supervivencia del Espíritu, pero lo que torna la evidencia mayor, si así podemos decir, es lo de la ectoplasmia, o sea, el fenómeno de los efectos físicos o de materialización. La historia del Espiritismo registra muchos casos de materializaciones, siendo más conocidos los siguientes:

a)- Del Espíritu KATIE KING que, en vida, fuera Annie Owen Morgan, hija del pirata inglés Morgan, teniendo como médium la notable Florence Cook, y como experimentador el gran sabio inglés William Crookes que, durante años, convivió con KATIE y cuyas observaciones fueron publicadas en el libro "Hechos Espiritas";

b)- Del Espíritu Estela Livermoore que, por seis años, se presentó al marido y amigos, como si viva estuviera para el mundo físico, gracias a la mediumnidad de Kate Fox, la heroína de Hydesville;

c)- De los Espíritus Nepenthes y Yolanda, ambas de gran belleza, teniendo como médium a Elizabeth d'Esperance, que narra los fenómenos en su libro "En el País de las Sombras";

d)- Del Espíritu Señora Testa, fenómeno ocurrido con la médium Eusapia Paladino, en Italia; 

e)- De los Espíritus Juan y Raquel Figner, hija de Frederico Figner, que convivió con la pequeña materializada, gracias a la médium Ana Prado.

En verdad, nadie muere, puesto que al desencarnar, dejando en el sepulcro el cuerpo material, el Espíritu vuelve al mundo invisible, a la patria espiritual, más vivo que nunca, guardando sus características, ni peor ni mejor que cuando se hallaba en la Tierra. La vida como la llamamos, no comienza en la cuna, ni termina en la tumba. Nacer y morir son episodios de la Evolución, que se repiten con el correr de los siglos, hasta que no tengamos más necesidad de reencarnar en este mundo.

7.3  REENCARNACIÓN 

El progreso continuo e incesante es condición inherente del principio espiritual, el principio inteligente del Universo; en esa condición, el debe utilizar, a medida que evoluciona, cuerpos físicos cada vez más perfeccionados y aptos, lo que determina la evolución de las especies, dentro de las coordenadas básicas del transformismo.

Se comprende de esta manera, que la evolución no podría transcurrir en el limitado espacio de tiempo de una o algunas vidas humanas, por más largas que fuesen, de ahí las repetidas oportunidades reencarnatorias, que permiten al espíritu millares y millares de experiencias en el cuerpo físico. Esas vivencias van ampliando cada vez más, su caudal de conocimientos, en cuanto el Espíritu realiza, también la reforma íntima, la iluminación interior, rescatando por el dolor o por el bien, que haga, desinteresadamente, los errores del pasado.

La doctrina de las vidas múltiples explica la justicia de la Evolución; a la luz de la palingenesia comprendemos el mecanismo sabio de la Vida, entendemos el Mundo de bellezas y miserias en que vivimos.

Como los fenómenos mediúmnicos, también la reencarnación está en la tradición religiosa de los pueblos más antiguos, cabiéndole al Espiritismo, darle el realce que los conocimientos científicos de la época le permiten.

La reencarnación no podía ser explicada abiertamente por Jesús, porque no era aún oportuno, en razón de la ignorancia del pueblo, mas el Maestro a ella se refiere, veladamente, en varios pasajes de los Evangelios: el ciego de nacimiento (Juan 9, 1-41); Juan Bautista era Elías (Mateo 11, 7- 15; Lucas 7, 24-30; 16/16); la piedra de tropiezo (Marcos 9, 42-48; Mateo 18, 6-11; Lucas 17, 1-2; episodio de Nicodemos (Juan 3, 1-2).

La reencarnación no es una doctrina establecida por el Espiritismo, que solamente le dio nueva coloración y explicaciones más completas, con relación a su mecanismo; ella está en la base de muchas religiones antiguas, como el budismo, la teosofía, el rosacrucismo, etc.  "Nacer, vivir, morir, renacer  y progresar siempre, tal es la ley".

7.3.1 Ley de Causa y Efecto

La Ley, compréndase, no nos impone las reencarnaciones millares de veces, ni las hace dolorosas y difíciles, nosotros mismos somos quienes nos imponemos esa situación, por la falta de vigilancia  o por los actos contrarios a ella, que, libremente practicamos. Actuamos en función de principios inalterables, tales como el libre albedrío, cuyo mal uso nos acarrea la obligación del rescate por fuerza de la ley de causa y efecto: los débitos acumulados constituye el efecto de la causa, lo que resulta sin duda, no la fatalidad, más sí un determinismo, o sea la obligatoriedad de la cosecha, porque, como dice André Luiz,

"Si supiéramos sudar en el trabajo honesto no precisaríamos sudar y llorar en el rescate justo".

El Creador concede a sus hijos, el libre albedrío, o sea, la libertad de actuar como bien lo consideren. No obstante, todas esas acciones están sujetas a una ley natural de justicia, llamada de "causa y efecto", "acción y reacción" ó "siembra y cosecha". Es por medio de esta ley que somos responsables por todo cuanto hagamos al prójimo y a nuestro propio Espíritu. 

Libre es la siembra de las actitudes, pero, obligatoria es la cosecha de sus consecuencias. Una mala acción que perjudique al prójimo o a nosotros mismos, resultará una reacción contraria de igual intensidad. Esta es una manera sabia de la Ley de enseñar para no repetir el error. La Ley no castiga, corrige. 

El principio de causa y efecto no fue creado por el Espiritismo. El es una de las leyes de la Física promulgada por el sabio Isaac Newton, que tiene el siguiente enunciado:

"A toda acción realizada en un determinado sentido, corresponderá una reacción de la misma intensidad y dirección opuesta". 

Muchos sufrimientos de personas o pueblos que se observan en la actualidad, son perfectamente explicados por el mecanismo de la acción y reacción de la Ley de Dios. Malas obras, de encarnaciones
pasadas en este u otros mundos, provocan cosechas desagradables en la presente existencia. Del mismo modo, si el Bien fuere objeto de preocupación de las criaturas, el futuro guardará para ellas una situación de paz, satisfacción y felicidad.

El dolor moral o físico debe ser encarado sin rebeldía, pues generalmente son rescates o pruebas necesarias para el adelantamiento del Espíritu. La aceptación de los propios dolores produce alivio moral y ayuda en la solución definitiva del problema. Sólo el esclarecimiento puede sacar al Hombre del estado de rebeldía frente al sufrimiento. La fe raciocinada es escudo seguro en las aflicciones por las cuales necesitamos pasar.

Poseedores de este conocimiento correctivo de la Ley, nosotros, seres humanos, debemos empeñarnos en acciones de justicia para con el prójimo, estimulando así la Ley Divina a favor de nosotros mismos.

"Pero los males más numerosos son los que el hombre crea llevado por sus vicios, los que se originan en su orgullo, su egoísmo, su ambición, su codicia, los que nacen de todos los excesos; son causa de las guerras y de todas las calamidades que ellas acarrean: disensiones, injusticias y opresión del débil por el fuerte, así como de la mayor parte de las enfermedades". - (Allan Kardec - EL GÉNESIS, Cáp. III, ítem 6). 
7.4   PLURALIDAD DE LOS MUNDOS HABITADOS

"Que vuestro corazón no se turbe. Creéis en Dios, creed también en mí. Hay muchas moradas en la casa de mi Padre; si así no fuera, yo ya os lo hubiera dicho, porque me voy a preparar el lugar para vosotros y después que me fuere, y os prepare el lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que en donde yo esté, estéis también vosotros. (San Juan, Cáp. XIV, v. 1, 2 y 3).

La casa del Padre es el Universo; las diferentes moradas son los mundos que circulan en el espacio infinito y ofrecen a los Espíritus encarnados estancias apropiadas a su adelanto.

De la enseñanza dada por los Espíritus resulta que los diversos mundos están en condiciones muy diferentes los unos de los otros, en cuanto al grado de adelanto o de inferioridad de sus habitantes. Entre ellos los hay cuyos moradores son inferiores aún a los de la Tierra, física y moralmente; otros están en el mismo grado y otros le son mas o menos superiores en todos conceptos. 
Hace más de un siglo viene el Espiritismo afirmando la existencia de otras civilizaciones esparcidas por el Universo. Los mundos estarían distribuidos en consonancia con el estado espiritual en el que se encuentran los grupos humanos que en ellos habitan. De esta manera, hay, "mundos primitivos destinados a las primeras reencarnaciones del alma humana; mundos de expiación y pruebas donde domina el mal; mundos de regeneración, en los cuales los Espíritus que aún tienen que expiar activan nuevas fuerzas, reposando de las fatigas de la lucha; mundos dichosos, donde el bien se sobrepone al mal, mundos celestes o divinos, habitados por Espíritus depurados, donde exclusivamente reina el bien. La Tierra pertenece a la categoría de los mundos de expiación y de pruebas, razón por la cual ahí vive el hombre a merced de tantas miserias" (EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO, Allan Kardec, Cáp. III). 
7.5  COMUNICACIÓN ENTRE LOS DOS MUNDOS 
(El físico y el espiritual)

Los Espíritus viven, ya en la Tierra como encarnados, ya en el espacio como desencarnados, pero, los intereses recíprocos de todo orden, que los unen, hacen con que se comuniquen, no obstante situados en planos diferentes de vibración, por medio de la mediumnidad, facultad orgánica de la que son dotados todas las criaturas, en mayor o menor grado de desenvolvimiento.

De esta manera, hay un intercambio activo y continuo de ideas y aún de intereses materiales, que asegura el permanente contacto entre los dos mundos, prueba evidente de la supervivencia del Espíritu al perecimiento del cuerpo material, de que se servía, cuando se encontraba en la Tierra.


La vida en verdad, es continuada y todo cuanto presenta de grandeza o de miseria retrata, por igual, las dos comunidades, que interactúan constantemente entre sí, íntimamente ligadas por el origen e ideas.

Es una obligación del Espiritismo dar a conocer el mecanismo de esas revelaciones, estudiando las leyes que las rigen y mostrar la necesidad de someter todas las manifestaciones a la dirección y control de personas esclarecidas, estudiosas y moralizadas.

Disciplinando la mediumnidad, estudiando y controlando los fenómenos, que la causan, el Espiritismo esclarece, en términos técnicos, correctos y simples, el mecanismo de la comunicación entre los encarnados y desencarnados, ofreciendo a los hombres los medios seguros de convivencia con los que ya partieron, mostrándoles como hacer provechoso y útil ese intercambio.


El intercambio con nuestros hermanos de la espiritualidad también nos proporciona preciosas enseñanzas, por los mensajes recibidos de entidades elevadas y que constituyen advertencia, consejos, derroteros seguros para nuestras vidas, sujetos como estamos a difíciles pruebas, individuales y colectivas.


EN   RESUMEN:

Los principios básicos de la doctrina espirita, de los que jamás se podría despojar, sin perjuicio de la unidad de su esencia o estructura y naturaleza, muestran, a la plena satisfacción, los aspectos en los que se manifiesta, para abrazar una concepción total del Mundo, sintetizada en aquello que se puede denominar de sus coordenadas maestras: CIENCIA, FILOSOFÍA Y RELIGIÓN.



En la conclusión VII de EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, Kardec expuso:

"El Espiritismo se presenta bajo tres aspectos diferentes: el de las manifestaciones, el de los principios y el de la filosofía que de ellas resultan y de la aplicación de esos principios".

Hay por tanto una conexión mutua entre los fenómenos de la Vida, porque todo en la naturaleza se encadena por hilos que aún no podemos comprender y tiende para la Unidad conforme dijeron los Espíritus a Kardec (P. 604 y 607, de L.E.).

Así, el espiritismo prueba, experimentalmente, la SUPERVIVENCIA del Espíritu y muestra su origen y naturaleza, acordes con los principios básicos de la evolución. Es ciencia de la comunicación entre los encarnados y desencarnados y de los fenómenos que de ella se desprenden.   

Demuestra que el Espíritu, por su naturaleza, es responsable, de ahí, las REENCARNACIONES determinadas por la necesidad de rescate y corrección de desvíos en relación con la Ley, atendiendo a que la libertad (libre albedrío) tiene sus límites y el cúmulo de errores y trasgresiones implica la constitución del mal uso del libre albedrío y éste en el determinismo, a la que se ve sujeto y obligado el Espíritu. El Espiritismo es entonces, Filosofía.

Concluye, al final, que, siendo el hombre un ser moral, debe aceptar como consecuencia de los principios científicos y filosóficos que rigen la Vida, la existencia de DIOS, - la inteligencia suprema y causa primera de todas las cosas -, del Hombre, también, de ahí la justificación de su adoración, del culto interior en el templo del corazón y de la conciencia y del respeto, para un recto vivir, conforme a sus leyes eternas de Fraternidad, de Justicia, de Amor, así el Espiritismo es  RELIGIÓN.  



Ocúpate con celo y perseverancia del trabajo que has emprendido con nuestro concurso, porque este trabajo es nuestro. En él hemos sentado las bases del nuevo edificio que se eleva, y que un día reunirá a todos los hombres en un mismo sentimiento de amor y caridad.”
(Los Espíritus superiores – El Libro de los Espíritus – Prolegómenos)




domingo, 10 de octubre de 2010

LA DOCTRINA ESPIRITA

Allan Kardec definió el Espiritismo como "La Ciencia que trata de la naturaleza, del origen y del destino de los Espíritus y de sus relaciones con el mundo corporal"   - (Qué es el Espiritismo).


Y afirmaba el Codificador: "El Espiritismo es al mismo tiempo, ciencia experimental, doctrina Filosófica y ciencia práctica, tiene su esencia en las relaciones que se establecen con los Espíritus. Como filosofía, comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de esas relaciones".


Canuto de Abreu, texto en facsímile de El Libro de los Espíritus, primer centenario, 1957 dice: "El Espiritismo, en la fase de doctrina científica (1848 - 1857) fue Revelación Divina como hecho de iniciativa de los Espíritus Superiores independientemente de la voluntad humana. En la fase de doctrina filosófica (1857 - 1864) fue consecuencia de las instrucciones de los Espíritus Superiores deducida por el Hombre. En la fase de doctrina religiosa (después de 1.864) fue la aplicación hecha por el hombre de la Doctrina Espirita de 1.857 a los fundamentos de la Religión Natural"

Tenemos que, la Doctrina Espirita, inseparable en sus tres aspectos así debe ser estudiada, comprendida y practicada: ella esclarece, comprueba y demuestra, racionalmente la naturaleza espiritual del Hombre y su glorioso destino.

El Espiritismo es completo como Doctrina: Como Ciencia, nos prueba que la vida es eterna, transcurriendo en planos diferentes, siendo la espiritualidad, nuestra verdadera patria; como filosofía nos explica el mecanismo de la evolución y las leyes que regulan las relaciones de las almas, en su eterno caminar hacia Dios, sujetas a reencarnaciones periódicas, al determinismo dictado por la Ley de causa y efecto como producto del mal uso del libre albedrío; y como Religión natural, ilumina nuestro comportamiento en el mundo de las formas físicas, aumentando nuestro discernimiento del bien y del mal y mostrando nuestra responsabilidad en la selección de los caminos, para alcanzar los objetivos de la creación y la felicidad, con la perfección moral.

Y afirma el Maestro de Lión que para mejor caracterizar a la Doctrina Espirita, la debemos considerar bajo tres aspectos iniciales: origen, constitución y naturaleza. En cuanto al origen, la Doctrina no es una obra personal, no proviene de un sólo Espíritu, ni fue recibida a través de un sólo médium.


En cuanto a la constitución (estructura), que comprende la enseñanza de los Espíritus Superiores (generalidades) y el desenvolvimiento de la Doctrina (aplicación a las necesidades y problemas de la vida misma), ella es auténtica, no exclusivista, relativista, y racionalista por excelencia. 
En cuanto a la naturaleza se destaca por su sentido progresista (acompaña a la evolución general de la ciencia) y de consistencia (no modifica su contenido esencial), pues es, simultáneamente, dinámica y    estable.

6.1   EL ESPIRITISMO  COMO FILOSOFÍA 

El Espiritismo es una Doctrina esencialmente filosófica, no obstante sus principios sean comprobados experimentalmente, lo que le confiere también el carácter científico.

Cuando el Hombre pregunta, interroga, piensa, quiere saber el "cómo" y él "por qué" de las cosas, de los hechos, de los acontecimientos, nace la FILOSOFÍA, que nos muestra lo que son las cosas y por qué son las cosas lo que son.
El carácter filosófico del Espiritismo está, en el estudio que hace del Hombre, sobre todo del Espíritu, de sus problemas, de su origen, de su destino. Ese estudio lleva al conocimiento del mecanismo de las relaciones de los Hombres que viven en la Tierra, con aquellos que ya se despidieron de ella, temporalmente, por la muerte, estableciendo las bases de esa permanente relación, demostrando la existencia, incuestionable, de algo que todo crea y todo comanda, inteligentemente - DIOS.

Definiendo las responsabilidades del Espíritu, tanto reencarnado como desencarnado, el Espiritismo es Filosofía, una regla moral de vida y comportamiento para los seres de la creación, dotados de sentimiento, razón y conciencia.

La Filosofía Espirita nos muestra que:

"La ley natural es la ley de Dios; la única verdadera para la felicidad del hombre. Ella le indica lo que él debe hacer o no hacer, y se hace infeliz si de ella se aparta".  - (Allan Kardec, Pregunta 614, de El Libro de los Espíritus).
Como ser moral consciente, el Hombre tiene libertad con responsabilidad, y es eso lo que la Filosofía Espirita le muestra con claridad, a la luz de la Doctrina de las vidas sucesivas, de la reencarnación, de la ley de causa y efecto, del libre albedrío. 

Es una filosofía de amor y de bondad, de tolerancia y de solidaridad, de consecuencias religiosas:

"El Espiritismo como Filosofía conduce, así, a la Moral Espirita, que no es otra sino la propia moral evangélica, racionalmente explicada, enteramente desembarazada de las interpretaciones teológicas y místicas". - (J. Herculano Pires,  "El Espíritu y el Tiempo").

6.2   EL ESPIRITISMO COMO CIENCIA

El Espiritismo pasa de la Filosofía a la Ciencia, cuando confirma por la experimentación, los conocimientos filosóficos, que difunde. De hecho, hay, en el Espiritismo, la fenomenología, que debe ser probada por medios y métodos científicos. 

El Espiritismo, en el cuadro general del Espiritualismo, es positivo y consciente, no se pierde en hipótesis metafísicas y constituye un proceso triple de conocimiento: filosófico, científico, religioso (moral).

"La Filosofía se basa en el conocimiento de la esencia que explica e indaga las cosas, la individualidad y la personalidad del hombre. Es indiscutible que, para el estudio del Nuevo Espiritualismo, es necesario conocer los principios esenciales de la Filosofía. ¿Por qué es necesario ese conocimiento? Porque la Doctrina Espirita está estrechamente ligada a la filosofía espiritualista, sin la cual no podríamos comprender exactamente los valores y el alcance de la teoría y práctica del ESPIRITISMO. - (Humberto Mariotti, en "El Hombre y la Sociedad en una Nueva Civilización).

Como Filosofía trata del conocimiento frente a la razón, indaga sobre los principios, las causas, investiga el Espíritu, en fin, interpreta los fenómenos; la Ciencia, los prueba. 
Los hechos ó fenómenos Espiritas, son producidos por los espíritus desencarnados, son la sustancia misma de la Ciencia Espirita y su objeto es estudio y conocimiento de esos fenómenos, para la fijación de las leyes que los rigen. Ellos constituyen el medio de comunicación entre nuestro mundo físico y el mundo espiritual, aunque de características diferentes, pero que no impiden el intercambio que siempre hubo, entre los vivos y los muertos, según la terminología usual.

Infelizmente, la Ciencia académica, por preconcepto y orgullo, no se dispone aún a un estudio sistemático y profundo del fenómeno espirita, alegando que no puede hacerlo, cuando y donde desea y en la cantidad necesaria, lo que revela, simplemente, desconocimiento completo del asunto. El fenómeno espirita tiene características propias, que no pueden ser desatendidas, pues lidiamos, en este caso, con inteligencias, encarnadas y desencarnadas, con libre albedrío, razón y conciencia.

Las Casas Espiritas, promoviendo reuniones mediúmnicas, aunque sin propósito de investigación científica, recogen mensajes de los Espíritus Superiores, que nos permiten conocer, en parte, el mecanismo de las comunicaciones entre los dos mundos, ordenando y disciplinándose así, la mediumnidad.


Un aspecto importante del Espiritismo es que, sin propósito competitivo, él alcanza todas las formas de conocimiento del mundo actual, lanzando luz sobre muchos problemas de las ciencias físicas, biológicas, sociológicas, médicas, políticas, jurídicas. Por ello, Kardec dijo:

 "El Espiritismo y la Ciencia se complementan el uno con la otra; la Ciencia, si el  Espiritismo, se halla imposibilitada para explicar ciertos fenómenos, únicamente por las leyes de la materia; el Espiritismo sin la Ciencia, quedaría sin apoyo y examen" - (El Génesis).
 

La Ciencia Espirita se clasifica, así, entre las ciencias positivas o experimentales y se vale del método analítico o inductivo, porque observa y examina los fenómenos mediúmnicos, hace experiencias, los comprueba. Su objeto es el Espíritu, el principio inteligente del Universo. 
Gracias al Espiritismo como ciencia, desaparece el viejo antagonismo, el eterno divorcio de la ciencia con la fe, pues no más se trata, ahora, del espiritualismo utópico, de los dogmas, de las creencias, de lo sobrenatural y de lo místico; es la propia razón, el lúcido raciocinio, la lógica abierta, que forman, al lado de una vasta fenomenología, cada día más exuberante y comprobada, el substrato mismo, de la ciencia psíquica. De hecho,  
  
"La nueva ciencia espiritualista no es, pues, una obra de imaginación; es el resultado de largas y pacientes investigaciones, el fruto de innumerables investigaciones. Los hombres que las emprendieron son conocidos en todas las esferas científicas: son portadores de nombres célebres y respetados" - (León Denis, "En lo Invisible").

Opinión que igualmente expresa en "El Fenómeno Espirita", otra de sus monumentales obras:

"El Espiritismo es una Ciencia, cuyo fin es la demostración experimental de la existencia del alma y su
inmortalidad, por medio de las comunicaciones con aquellos a los cuales impropiamente se les ha
llamado muertos". 

En resumen: La Doctrina Espirita es ciencia cuando comprueba experimentalmente, la existencia del Espíritu y su sobrevivencia al abandonar el cuerpo carnal. Esa comprobación se da por medio de los fenómenos espiritas, observados en las reuniones mediúmnicas.

6.3   EL ESPIRITISMO COMO RELIGIÓN 


Siempre se consideró religión (de relegere, que significa  "tratar con las cosas de Dios", o de  religare, esto es, unir el hombre a Dios, o mejor llevarlo de regreso a Dios) el culto instituido y formal, con su templo ó iglesia, sus imágenes, su ritual, su jerarquía sacerdotal, sus dogmas, mitos y creencias. En ese sentido el Espiritismo no es religión.

Por eso, Kardec, orientado por los Espíritus Superiores, estableció primeramente, los fundamentos filosóficos y científicos de la Doctrina Espirita, ya que conocía bien a los hombres, con su espíritu de imitación, sus debilidades y su gusto por lo exótico  y porque no se trataba de fundar una religión más, capaz de satisfacer a los sentidos y los sentimientos superficiales de la criatura, pero sí las necesidades íntimas del alma, sólo más tarde fue publicado EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO.
Sin embargo, el Codificador esclarecía, en su discurso del 2 de noviembre de 1.868, en la Sociedad Espirita de París que 

"Sin duda, en el sentido filosófico, el Espiritismo es una religión, y nosotros nos ufanamos de eso".  

Así, comprometido el Espiritismo en demostrar la necesidad de la urgente reforma íntima del hombre, esclareciéndolo en cuanto a su origen y naturaleza, y también con relación al progreso continuo del espíritu humano, no podía olvidar que, primordialmente, esa evolución se apoya en el sentimiento religioso de todas las criaturas, manifestados en actos de adoración y recogimiento en una conducta
moralmente elevada.

Era preciso, pues, despertar la conciencia de los hombres para Dios y la realidad del Espíritu inmortal; mostrar la responsabilidad de cada uno, de acuerdo con su nivel evolutivo, por su posición y actitud en la vida, proporcionando a todos, igualmente, el entendimiento amplio, pero sencillo, de las leyes naturales y divinas, que presiden la Evolución.

El Espiritismo es, por tanto, la Religión natural y científica, de la fe raciocinada, sin misticismos y secretos iniciativos, una forma integral y consciente de la conducta humana. La Religión, entendida como filosofía de consecuencias religiosas, es la fábrica invisible del carácter y del sentimiento, la soberana escuela de la formación moral del pueblo, dotando al espíritu de poderosas luces para el sublime viaje a la inmortalidad.

Religión de la fe razonada, nos muestra que fuera de la caridad no hay salvación, siendo preciso, que el hombre crea, y que sus actos estén de acuerdo con las leyes de Dios, de la fraternidad, de la bondad, del altruismo, de la humildad, del trabajo, de la tolerancia y de la solidaridad, en armonía con los semejantes y aún con los seres inferiores de la Creación. Como explicaba Descartes, cuanto más concebimos la perfección de una cosa, más debemos creer que su causa sea más perfecta aún.

En el Espiritismo, la religión no suprime la razón, porque la fe es razonada. Así, el carácter religioso de la Doctrina Espirita no entra en conflicto con su aspecto científico y mucho menos con sus postulados filosóficos. Los postulados de la Doctrina jamás negaron su aspecto religioso, y lo más importante de éste, es que conduce al hombre hacia su verdadero destino, a través de la reforma íntima, al reconciliarlo con las leyes divinas.

El carácter religioso del Espiritismo lo manifiesta irrefutablemente el propio Allan Kardec, en todas las obras de la Codificación Espirita.  

"EL ESPIRITISMO es fuerte porque se asienta sobre las propias bases de la Religión" - El Libro de los Espíritus. 

"EL ESPIRITISMO viene a confirmar las verdades fundamentales de la religión" - Qué es el Espiritismo.

"EL ESPIRITISMO reposa sobre las bases fundamentales de la Religión y respeta todas las creencias: uno de sus propósitos es despertar sentimientos religiosos en quienes no los posean, y fortalecerlos en quienes los tengan vacilantes" - El Libro de los Médiums.

"La Ciencia y la Religión son las dos palancas de la inteligencia humana: una revela las leyes del mundo material y la otra las del mundo moral, teniendo, tanto la una como la otra, el mismo principio: DIOS, razón, por la que no pueden contradecirse" - El Evangelio Según el Espiritismo.

"EL ESPIRITISMO viene a colocar un dique a la difusión de la incredulidad" - El Cielo y el Infierno.

"EL ESPIRITISMO lejos de negar o destruir el Evangelio, viene por el contrario, a confirmar, explicar y desenvolver, por la nuevas leyes de la naturaleza, que revela, todo cuanto el Cristo dijo e hizo" - EL Génesis.

"EL ESPIRITISMO no viene a destruir los hechos religiosos, no obstante los sanciona, dándoles una explicación racional" - Obras Póstumas.

“En pocas palabras, lo que caracteriza a la revelación espírita es su origen divino, con la iniciativa de los Espíritus y su elaboración, fruto del trabajo del hombre.” Allan Kardec – La Génesis – Cap. I





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sábado, 2 de octubre de 2010

LAS REVELACIONES Y EL PROGRESO ESPIRITUAL DEL HOMBRE

REVELAR, significa correr el velo, mostrar, dar a conocer lo que se considera secreto, pero todo conocimiento debe ser progresivo y ajustado a las mentalidades a las cuales se dirige. En consecuencia, las leyes divinas son reveladas a las criaturas humanas de acuerdo con su grado de entendimiento y capacidad de aprehensión de las verdades que encierra. El salvaje no entiende porqué no debe matar, si sobre eso le aconsejamos.
 
Periódicamente, las Espiritualidad Mayor revela a los hombres los principios que nortearán sus vidas en el camino del bien, aunque no todos los acepten o de ellos se den por enterados. Y es que cuentan con el libre albedrío para escoger y aceptar tales principios. Sin embargo, ese caudal de conocimientos ético-morales forma, paulatinamente, la estructura de la individualidad, o sea, de cada Espíritu, despojándolo de los vicios y defectos que constituyen su equipaje de errores del pasado.
 
Las revelaciones se dieron en diferentes y variadas épocas y los más diversos pueblos las recibieron, a través de la enseñanza de inspirados profetas, de iluminados instructores espirituales. La vivencia y la práctica de esas enseñanzas promueven la evolución espiritual de las criaturas, imperfectas, pero perfectibles en sí mismas.
 
Allan Kardec estudia en "EL GÉNESIS" las revelaciones dirigidas a la civilización cristiana, o sea la de Moisés y la de Jesús, comparándolas con la de los Espíritus, de la cual él fue el Codificador.

5.1   LA REVELACIÓN DE MOISÉS

El pueblo hebreo se destacó por sus numerosos profetas, de los cuales Moisés fue el más notable, después de Jesús de Nazareth. La Revelación Mosaica es individual y sobresale por la herencia que nos legó del DECÁLOGO, del Dios único y del fortalecimiento de la fe, pero nos presenta la divinidad bajo la forma de un SER vengativo, cruel, guerrero, temido y parcializado, propio de una época en que solamente por la amenaza del castigo físico, de represalias, sería posible establecer el orden, la obediencia y la sumisión.

5.2   LA REVELACIÓN DE JESÚS 
 
La Revelación cristiana nos mostró la vida futura y el DIOS de Jesús es todo bondad y amor, el Padre misericordioso y justo, no el Señor inclemente y cruel. Todavía, su enseñanza fue incompleta, como el mismo nos advirtió: "Tengo muchas cosas mas que decirles, pero en este momento sería demasiado para ustedes".- Juan, 16.12. 
 
Su Evangelio es el más perfecto Código de conducta moral que se conoce, pero las enseñanzas que nos dejó, fueron veladas y transmitidas principalmente en forma de parábolas, pues aún era muy temprano para que se conocieran integralmente.

5.3   LA REVELACIÓN ESPIRITA  

En el siglo XIX, nuevas enseñanzas fueron dadas a conocer a la Humanidad y continúan siendo ampliadas, para conocimiento de todos. Completaran las de Jesús, ya que los tiempos son llegados. Fueron dictadas por los Espíritus y constituyen el Espiritismo, o Consolador prometido por el Maestro.
 
El carácter esencial de la Revelación Espirita es la verdad, pues nos muestra la existencia de otro mundo, mas real que el nuestro, de sus leyes morales rigurosas, explicándonos el origen y naturaleza de los seres que lo habitan, los Espíritus, que no son más que las almas de los hombres que desencarnaran.

Las Revelaciones mosaica y cristiana son individuales, la Espirita es colectiva, porque su origen parte de la enseñanza coincidente de muchos Espíritus, suministrada al mismo tiempo en muchos lugares y por varios intermediarios (médiums).

La Revelación Espirita es, así, divina (proveniente de los Espíritus de Dios), es científica, pues resultó también de la experimentación, de la observación y del trabajo del hombre y se basa en hechos o sea en la Ciencia, cuyos métodos adopta. Es también universal, pues las enseñanzas de Jesús se destinan a todos los pueblos y progresiva, porque no teme a la Ciencia y sus descubrimientos, ya que en ella se basa, complementándolas con esclarecimientos de otro orden,
no por eso menos importantes. 

La enseñanza de Allan Kardec, el extraordinario Codificador de la Doctrina Espirita, expuesto en  EL GÉNESIS, referente a las Tres Revelaciones y que constituye excelente estudio de sus características, muestra que la mosaica es despótica (se imponía por la fuerza y por el miedo), la cristiana es consejera (Jesús mostraba siempre la necesidad de la obediencia a las leyes de Dios), siendo ambas, entretanto, personales y autoritarias (basadas en la integridad y valor moral de sus autores).

En cuanto a la revelación espirita demuestra él, que ella es científica (se adapta a las investigaciones y métodos de la Ciencia en busca del conocimiento, Ciencia que ella, a su vez, ilumina y esclarece) y divina (dictada directamente por los Espíritus del Señor, sus Mensajeros e intérpretes), y, aún, colectiva (originada de la enseñanza de muchos Espíritus) y universal (porque las enseñanzas de los Espíritus fueron recogidas de muchas fuentes, en muchos lugares, mostrándose siempre concordantes).   


El amor de Jesús sobre todos; la verdad de Kardec para todos.
Espíritu Bezerra de Menezes – Psicografía de Chico Xavier





lunes, 13 de septiembre de 2010

ORIGEN DE LA DOCTRINA ESPIRITA

"Y yo rogaré al Padre y el os enviará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; el Espíritu de Verdad, que el mundo no puede recibir, porque no le ve ni lo conoce; mas vosotros lo conocéis, porque habita con vosotros y estará en vosotros. Más, aquél Consolador, el Espíritu Santo, que mil Padre enviará en mi nombre, ese os enseñará todas las cosas, y os hará recordar todo cuanto os he dicho" -(Juan, Cáp. 14. 14-15 a 26).

4.1  EL GÉNESIS DE LA DOCTRINA ESPIRITA

La Doctrina Espirita, ó Espiritismo, apareció en el escenario terrestre en el siglo XIX, por los años de 1.850. Sus raíces se encuentran en los principios del Cristianismo, doctrina dejada por Jesús y sus seguidores, hace casi dos mil años. La Doctrina Espirita es el cumplimiento de la promesa del Señor, en la cual afirmo que enviaría al mundo, a su debido tiempo, un Consolador, El Espíritu de Verdad, que recordaría sus enseñanzas y haría nuevas revelaciones sobre los misterios de la vida.

En uno de sus muchos discursos, Jesús nos dijo que no todas las cosas podría decirlas, pues aún los hombres no contaban con el entendimiento para comprenderlas. Después de un tiempo, envió el Espiritismo, que retiró los velos de los "misterios" de Sus enseñanzas y amplió sobremanera el campo del conocimiento humano, despertando al Ser para un nuevo mundo.

En los siglos XVI y XVII, después de que la Reforma Protestante había liberado a la humanidad de los dominios de la Iglesia, se formó un clima muy propicio para la fermentación de ideas renovadoras. Fue en éste periodo que se iniciaron las primeras manifestaciones de los Espíritus, llamando la atención del hombre de entonces y preparando el terreno para el advenimiento del Consolador. En el siglo XIX, nacía el Espiritismo, considerada la tercera revelación. Con el vinieron las nuevas lecciones explicando acerca del sentido de la vida, del dolor, de la justicia y sobre todo del destino de los hombres después de la muerte.

Allan Kardec afirmó que: "Partiendo el Espiritismo de las propias palabras de Cristo, así como Cristo partió de Moisés, es una secuencia directa de su doctrina" -(Revista Espírita, Septiembre, 1867) 

4.2 ASPECTOS  HISTÓRICOS

Emmanuel Swedenborg. Aunque oficialmente  los  espíritas  tomen   el  año  de  1.848 con los fenómenos de Hydesville, como marco de referencia del aparecimiento del Espiritismo en el mundo, es preciso decir que, antes de esa fecha existieron algunas personas que, por su capacidad de producir fenómenos ligados a las cosas espirituales, deben ser mencionados como importantes para el surgir de la Doctrina Espírita entre los hombres. La historia del extraordinario vidente sueco Emmanuel Swedenborg merece la atención y el estudio de nuestra parte.  Swedenborg, educado entre la nobleza sueca, era católico y profundo estudioso de la Biblia. Era gran autoridad en Física y Astronomía, autor de importantes trabajos sobre las mareas y determinación de las latitudes. Zoólogo, anatomista, economista y político, además de ingeniero de minas con gran conocimiento sobre metalurgia.

Las primeras manifestaciones de su potencial Mediúmnico se dieron en abril de 1.744, en Londres, donde desarrolló su trabajo durante 27 años, estando en permanente contacto con "el otro mundo". Dejó en sus obras, extraordinarios relatos de sus experiencias con el mundo espiritual. Cuenta él sobre su primera visión: "En la misma noche, el mundo de los Espíritus, del cielo y del infierno se abrió convincentemente para mí y allí encontré muchas personas que me eran conocidas y de todas las condiciones. Desde entonces, diariamente el Señor abrió lo ojos de mi Espíritu para ver, perfectamente despierto, lo que se sucedía en el otro mundo y para conversar, conscientemente, con ángeles y Espíritus".

Afirmaba Swedenborg que una densa nube se había formado alrededor de la Tierra debido al psiquismo grosero de la humanidad, en una clara anticipación a las enseñanzas sobre la atmósfera fluídica que la Doctrina Espírita nos dio a conocer. Decía también, que de tiempo en tiempo, habría una limpieza, así como la tempestad aclara la atmósfera material. Dejó importantes enseñanzas en las siguientes obras: "El Cielo y el Infierno", "La Nueva Jerusalén" y "Arcana  Celestial".

Andrew Jackson Davis. Nació   en   1.826, en   Nueva   York, era un  joven sin  cultura nacido en un medio pobre. Su madre tenía tendencias visionarias aliadas a la superstición y su padre trabajaba con pieles de animales. En los últimos años de su infancia, comenzaron a manifestarse los poderes psíquicos de Davis.

Con el auxilio de un magnetizador, Davis hacía verdaderos "viajes" por el mundo de los Espíritus, trayendo sorprendentes informaciones. Tenía extraordinaria clarividencia que, al principio fue usada como diversión y más tarde su magnetizador la utilizó para el diagnóstico de enfermedades. A los 19 años de edad Davis manifestó el deseo de escribir un libro y lo haría a través de los trances mediúmnicos, a los que llegaba por la acción del magnetizador. Un secretario escribía fielmente las palabras que pronunciaba el médium, expresándose como si fuera el más ilustrado en conocimiento y sabiduría, lo que era sorprendente, pues se trataba de un joven ignorante y sin cultura. Ese fue el comienzo del trabajo Mediúmnico de este joven, con la producción de otros libros, los que fueron reunidos con el nombre de "Filosofía Armónica". En esa fase, decía estar bajo la influencia de una entidad que posteriormente se identificó como Swedenborg. El desenvolvimiento de su facultad continuó y a los 21 años ya no era necesaria la intervención de quien lo indujese al trance.

Comenzó ahí la nueva fase, pasando a tener las más impresionantes experiencias de clarividencia. Describió con claridad el fenómeno de la muerte visto por él desde el lecho de una señora agonizante. Tuvo muchas visiones del mundo espiritual, e hizo muchas previsiones, como el aparecimiento del automóvil, de la máquina de escribir e incluso del propio Espiritismo. Davis representó un importante papel en el comienzo de la revelación Espirita, preparando el terreno antes que se iniciase el trabajo de los Espíritus Superiores. Cuando se presentó el acontecimiento de Hydesville, él ya lo conocía, a través de las revelaciones mediúmnicas. Murió en 1.910, a los ochenta y cuatro años de edad.

a) Fenómeno de Hydesville.  En  el  año   de   1.848,   en   América  del   Norte,   surgen algunos acontecimientos inusitados que asombraron al mundo. En la casa de una familia americana llamada Fox, que moraba en la villa de nombre Hydesville, en el estado de Nueva York, comenzaron a manifestarse fuerzas sobrenaturales que parecían venir de lo invisible. Sucedían extraños ruidos en las paredes, con indicios de que provenían de una inteligencia oculta deseando comunicarse.

Todo indicaba que las hermanas Kate y Margaret Fox, dos niñas de 11 y 14 años, eran el centro del fenómeno paranormal, que acabó transformando la casa en un centro de atracción para curiosos. Las personas se divertían viendo a las jóvenes ordenar a una supuesta inteligencia invisible que produjese ruidos y golpes en la pared de madera. A través de los ruidos en la madera, se estableció un código por el cual algunas personas se comunicaban regularmente con el más allá. Un golpe significaba "si", dos golpes significaban "no", mientras que otras señales simbolizaban letras o palabras.

La inteligencia invisible, que producía los fenómenos de Hydesville, decía ser un Espíritu que había animado un personaje que viviera en la Tierra en otros tiempos. El Espíritu fue apodado por las niñas como "el señor obstinado". Sus comunicaciones revelaron que él animó el cuerpo de un hombre que fue muerto con cuchillo en aquella casa, tiempo atrás. Sus restos mortales fueron enterrados entre unas paredes de la residencia. Algunas personas escarbaron el local y encontraron cabellos y huesos humanos. 
 
Investigaciones hechas más tarde, revelaron que el señor obstinado era un hombre llamado Charles B. Rosma o Joseph Ryan, y que fuera asesinado en esa casa cinco años atrás. El fenómeno atrajo la atención del mundo y por mucho tiempo las hermanas Fox hicieron demostraciones de su capacidad de comunicarse con "los muertos", presentándose en salones, sometiéndose a la ambición de empresarios y siendo objeto de muchas polémicas. Por desconocer completamente los mecanismos del maravilloso don de la mediumnidad, se dejaron envolver por influencias perniciosas que las llevaron a tener un final triste y oscuro.

d) Daniel Douglas Home. Casi coincidencialmente a las hermanas Fox, otro fenómeno Mediúmnico despertó la atención de las masas. Se trataba de los acontecimientos del médium Daniel Douglas Home, que se conoció mundialmente por los fenómenos paranormales que producía a su alrededor. Fuerzas invisibles se manifestaban, llegando en algunas ocasiones a levantarlo. Home llamó la atención de sabios y estudiosos de todo el mundo.

Home nació en una pequeña aldea en la Escocia y vivió de 1.813 a 1.886.Desde temprano demostró su prodigiosa facultad y jamás se dejó sugestionar por el dinero en sus fantásticas demostraciones de videncia, efectos físicos, levitación, desdoblamiento etc. Aunque contemporáneo del Codificador de la Doctrina Espirita, ellos nunca se conocieron. Sin embargo, Allan Kardec hizo comentarios en su obra, analizando los fenómenos, que para él, eran auténticas pruebas de la existencia de la inmortalidad del alma. Daniel Douglas Home fue considerado uno de los más sorprendentes médiums de la época. Aunque no fuese Espirita, atribuía la responsabilidad de los fenómenos a los Espíritus, lo que contribuyó a la popularización del Espiritismo en los salones de la nobleza Americana y Europea.  

Las Mesas Giratorias. En 1.850, en Francia, apareció un tipo de entretenimiento llamado "mesa parlante"  ó" mesa giratoria", que cautivó los salones de fiesta de aquella época. La mesa giratoria era pequeña y redonda, de tres patas, alrededor de la cual se reunían las personas para provocar manifestaciones de fuerzas sobrenaturales.

Las manos de los presentes eran colocadas sobre la superficie de la mesa que, a través de un fenómeno de efectos físicos, daba saltos sobre sus patas, girando y produciendo golpes. Por medio de un código alfabético semejante al usado por las hermanas Fox, en la ciudad de Hydesville, era posible conversar con lo "Invisible". La sociedad francesa se divertía preguntando frivolidades a la "mesa". Hubo una especie de fiebre en torno a ese juego.

Una señora, llamada Emilia de Girardim, desarrolló una sofisticada mesa que giraba libre y fácilmente sobre un eje a manera de ruleta. En la superficie y en circunferencia eran colocadas las letras del alfabeto, los número y las palabras si y no. En el centro, un puntero metálico o aguja fija. El médium colocaba los dedos en el borde de la mesa que giraba y paraba sobre la aguja, en la letra indicada por las fuerzas invisibles que hacían sus dictados. Con esto, fue posible conseguir, regularmente, mensajes provenientes del más allá. Las mesas giratorias eran la gran sensación en los salones de Europa y América. Por su intermedio las personas entraron en contacto con el mundo invisible, realizando sesiones de comunicación espiritual, donde prevalecía la frivolidad y el entretenimiento.

e)  T i p t o l o g í a. Los fenómenos de ruidos provocados por Espíritus en paredes, mesas u otros objeto, y que sirvieron de medios de comunicación con lo invisible, fueron mas tarde clasificados por el nombre de Tiptología. Fue de esta manera que se iniciaron las primeras comunicaciones, después fueron perfeccionadas, pasando por varias etapas.

4.3   LA   CODIFICACIÓN  DE LA DOCTRINA ESPIRITA

Las "fuerzas invisibles" que se manifestaban en las sesiones de las mesas parlantes decían que eran las almas de los hombres que ya habían vivido en la Tierra. El Codificador se intrigaba más y más. En uno de esos trabajos, un mensaje fue dirigido específicamente para él. Un Espíritu llamado Verdad, le dice que tiene una importante misión para cumplir, daría vida a la nueva doctrina filosófica, científica y religiosa.

4.3.1 El Comienzo. El desenvolvimiento de la Codificación Espírita básicamente tuvo iniciación en la residencia de la familia Baudin, en el año de 1.855. En la casa había dos jóvenes que eran médiums. Se trataba de Julie y Caroline Baudin, de 14 y 16 años, respectivamente. A través de la "cesta-juguete", un mecanismo parecido al de las mesas giratorias, Kardec hacía preguntas a los Espíritus desencarnados, que las respondían por medio de la escritura mediúmnica. A medida que las preguntas formuladas por el profesor eran respondidas, él percibía que allí se diseñaba el cuerpo de una doctrina y se preparó para publicar lo que más tarde se transformó en la primera obra de la Codificación de la Doctrina Espirita.

Todo el trabajo de la Revelación era revisado varias veces, con el propósito de evitar errores o interpretaciones dudosas. En la fase de revisión, el profesor contó con la valiosa ayuda de otra médium, que era sonámbula, la señorita Japhet. Después de ella, el Codificador, formuló las mismas preguntas a otros médiums. Así, el trabajo contó con la ayuda de por lo menos diez médiums, en la primera fase.

La forma inicial de comunicación de los Espíritus fue a través de la cesta-juguete que tenía un lápiz en su centro. Las manos de las médiums eran colocadas en el borde de la mesa, de manera que los movimientos involuntarios, provocados por los Espíritus, produjesen la escritura. Con el tiempo, la cesta fue substituida por las manos de los médiums, dando origen a la conocida psicografía. De las consultas hechas a los Espíritus, nació "El Libro de los Espíritus", lanzado el 18 de abril de 1.857, abriendo para el mundo todo un horizonte de posibilidades en el campo del conocimiento.

A partir de ahí, Allan Kardec se dedicó intensamente al trabajo de expansión y divulgación de la Buena Nueva. Viajó 693 leguas (una legua = 5.572 metros), visitó 20 ciudades y asistió a más de 50 reuniones doctrinarias de Espiritismo.

En enero de 1.858, el Codificador abrazó una nueva actividad. Inauguró la “Revista Espirita”, una publicación mensual cuyo objetivo era el de informar a los adeptos del Espiritismo sobre el crecimiento del movimiento y debatir asuntos relacionados con la práctica doctrinaria. La Revista fue editada durante 12 años.

En abril de 1.858, fundo la Sociedad Parisiense de Estudios Espiritas, entidad que se destinaba a estudiar, comprender y explicar la fenomenología espirita. Fue la primera sociedad espirita en constituirse regular y legalmente, habiendo ejercido gran influencia moral entre los otros grupos, por haber sido la sociedad inicial y principal.

Desde las primeras manifestaciones de los Espíritus Superiores, con relación a la Codificación de la Doctrina, ellos dejaron claro que el Espiritismo tenía tres líneas de acción: Ciencia, Filosofía  y Religión.

4.3.2 Principios fundamentales de la Doctrina Espirita. 

Son considerados principios básicos de la Doctrina Espirita:

1) La existencia de Dios como principio creador

2) La existencia del Espíritu y supervivencia después de la muerte

3) La reencarnación

4) La comunicación entre el mundo espiritual y el material

5) La pluralidad de mundos habitados 
 
El Espiritismo en sus prácticas se caracteriza por la realización del culto interior. En él, el hombre busca conocerse y trabajar para su adelanto moral e intelectual. No hay ninguna forma exterior en sus costumbres. Para los Espíritus Superiores todo depende del pensamiento, para lo cual la esencia es todo; la forma nada significa.

"Por el Espiritismo, el hombre sabe de donde viene y hacia donde va, por qué sufre temporalmente y ve por todas partes la Justicia de Dios. Sabe que el alma progresa sin cesar, a través de una serie de existencias sucesivas, hasta alcanzar el grado de perfección que la aproximará de Dios"--(Allan Kardec - EL Génesis, Cáp. I, ítem 30). 

Es del espíritu Emmanuel, psicografía de Francisco Cândido Xavier, la afirmación que esclarece perfectamente el significado triple del Consolador; "En Espiritismo la Ciencia indaga, la Filosofía concluye y el Evangelio ilumina"

4.3.3 Espiritismo y espiritualismo 

La práctica moral por encima de las convenciones 

Toda doctrina o religión que se apoya en la inmortalidad del alma es espiritualista.  Algunos diccionarios definen al espiritualismo como siendo:

 • La Doctrina que admite, sea a través de fenómenos naturales, sea a través de valores morales,  la     independencia y el primado del Espíritu con relación a la materia;  
 
• Doctrina filosófica que admite la existencia de una realidad distinta a la materia y, generalmente,
superior a ésta;  

• Corriente filosófica que, frente al materialismo, defiende la esencia espiritual y la inmortalidad del
alma.

Son espiritualistas los seguidores del Brahmanismo, del Budismo, del Confucionismo, del Judaísmo, del Islamismo y también del Cristianismo. 

Estas religiones se diferencian entre si en las particularidades de las revelaciones que las originaron y en sus puntos de fe. Sin embargo la certeza de la inmortalidad es preponderante en todas ellas.

Cuando el Profesor Rivail estaba organizando el extenso material sobre el Espiritismo, percibió que provocaría una confusión de conceptos si se utilizara de la nomenclatura en vigor para definir "un nuevo orden de ideas".

Siendo así, ha creado el término Espiritismo para designar la nueva doctrina; espírita o espiritista para apuntar a aquellos que siguen o estudian el Espiritismo; y muchas otras palabras específicas para identificar cada una de las ideas que deseaba presentar. 
 
Por lo tanto, cuando oímos a alguien decir que es Espiritualista, debemos entender que, en verdad, él hace parte de un número de personas que admiten la supervivencia del alma después de la muerte, sin poder distinguir a cual grupo religioso específico está él vinculado.

El Espirita o Espiritista es el estudioso del Espiritismo y por consiguiente, adepto de los principios básicos de esa Doctrina: La creencia en Dios, en la inmortalidad del alma, en la reencarnación, en la comunicabilidad de los espíritus y en la pluralidad de los mundos habitados. 
 
La práctica del bien y del amor al prójimo, por encima de las convenciones humanas es la prueba de madurez moral de aquél que actúa de esa manera.

La consanguinidad y la nacionalidad, la hermandad y el partidismo, como expresiones de división, desaparecen para el individuo que toma conciencia de su identidad espiritual.
 
El estudio y la práctica del Espiritismo conducen a los resultados arriba expuestos.

4.3.4 Aspectos Prácticos del Espiritismo 

Toda ciencia, filosofía o religión que abandona el campo teórico para ingresar a la práctica, históricamente, se expone a riesgos y al mal ejercicio de sus principios básicos.
 
La práctica irregular de lo que se ha conocido en teoría, puede llevar a una mala interpretación de los objetivos y metas de la creencia. Con el Espiritismo no es diferente. 

Gracias a un gran número de sectas espiritualistas que adoptan la mediumnidad como práctica usual, se estableció a lo largo del tiempo una asociación de estas creencias con la Doctrina Espírita.  

Los cultos afro-brasileños - la Umbanda, el Candomblé, y otros tantos - tienen sus propios principios claramente expuestos en una literatura específica y no pueden ser asociados al Espiritismo. Sus costumbres y prácticas fueron heredados de pueblos del continente africano y adaptados a la realidad brasileña, no habiendo ninguna relación con la Doctrina Espirita, codificada por Allan Kardec.

Respetamos a todas las creencias, religiones y cultos, que son nobles y libres para hacer su profesión de fe de forma autónoma. Sin embargo, la Doctrina Espirita también es independiente.  

Cuando leemos frente a un templo religioso la inscripción: Centro Espirita de Umbanda... o bien, Tienda Espirita de Candomblé*; o cuando escuchamos a través de los medios de comunicación anuncios de espiritistas que sacan la suerte, juegan las cartas, curan enfermedades físicas, reanudan matrimonios, etc., sepamos entender que dichas instituciones o personas no representan al Espiritismo.  En resumen:

Toda práctica espírita es gratuita, como orienta el principio moral del Evangelio:  “Dad gratuitamente lo que gratuitamente recibiste”.

El Espiritismo no tiene sacerdotes y no adopta ni usa en sus reuniones y prácticas: altares, imágenes, velas, procesiones, sacramentos, concesiones de indulgencia, vestiduras, bebidas alcohólicas o alucinógenas, incienso, tabaco, talismanes, amuletos, horóscopos, cartomancia, pirámides, cristales o cualesquiera otros objetos, rituales o formas de culto exterior.

El Espiritismo no impone sus principios. Invita a quienes están interesados en conocerlos a someter sus
enseñanzas al crisol de la razón antes de aceptarlos.  

La mediumnidad, que hace posible la comunicación entre los Espíritus y los Hombres, es una facultad que muchas personas traen consigo al nacer, independientemente de la religión o de la orientación doctrinaria de vida que adopten. Práctica mediúmnica espírita solo es aquella que es ejercida con base en los principios de la Doctrina Espírita y dentro de la moral cristiana.

El Espiritismo respeta todas las religiones y doctrinas, valoriza todos los esfuerzos para la práctica del bien y trabaja en favor de la confraternización y la paz entre todos los hombres, independientemente de su raza, color, nacionalidad, creencia, y nivel cultural o social. Reconoce que “el verdadero hombre de bien es el que cumple la ley de justicia, amor y caridad en su mayor pureza”.  Habitualmente, son organizados en los Centros Espíritas, estudios y talleres con el objetivo de desarrollar el conocimiento de las leyes que rigen el destino del hombre, con base en las obras de Allan Kardec.

El estudio del Espiritismo también puede darse en otras religiones, lo que no establece ningún compromiso con los postulados espíritas arriba mencionados.

Solamente a través de la divulgación y del estudio es que lograremos eliminar la confusión que se estableció en torno de la Doctrina Espirita, demostrando su verdadera esencia.
 
 
* Esas doctrinas se han utilizado de la palabra ESPIRITA en sus Instituciones, llevadas por la idea de que, teniendo en sus prácticas religiosas el ejercicio de la mediumnidad, creen estar integradas a las propuestas del ESPIRITISMO. Es cierto que la Doctrina Espírita no ha inventado la mediumnidad, ya que ella existe desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, fue Allan Kardec, a través de “El Libro de los Médiums, quien la organizó, la ordenó, le dio dignidad, alejándola de lo místico y de lo fantástico, concediéndole ciudadanía, para que aquellos que la ejerciesen tuviesen una conducta seria, libre de disgustos y llena de alegrías. De ninguna manera estamos estableciendo comparaciones despreciativas ni reservando la práctica del Espiritismo a las elites. Aquí mencionamos algunas informaciones sobre qué es el Espiritismo, respetando las demás sectas y creencias, que tienen su valor y cumplen un servicio social, moral y espiritual. Respetamos sus conceptos y su derecho de manifestarse, así como también deseamos ser respetados y comprendidos como verdaderamente somos: Cristianos, caminando con la humanidad hacia la Gran Luz.

 
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