domingo, 10 de octubre de 2010

LA DOCTRINA ESPIRITA

Allan Kardec definió el Espiritismo como "La Ciencia que trata de la naturaleza, del origen y del destino de los Espíritus y de sus relaciones con el mundo corporal"   - (Qué es el Espiritismo).


Y afirmaba el Codificador: "El Espiritismo es al mismo tiempo, ciencia experimental, doctrina Filosófica y ciencia práctica, tiene su esencia en las relaciones que se establecen con los Espíritus. Como filosofía, comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de esas relaciones".


Canuto de Abreu, texto en facsímile de El Libro de los Espíritus, primer centenario, 1957 dice: "El Espiritismo, en la fase de doctrina científica (1848 - 1857) fue Revelación Divina como hecho de iniciativa de los Espíritus Superiores independientemente de la voluntad humana. En la fase de doctrina filosófica (1857 - 1864) fue consecuencia de las instrucciones de los Espíritus Superiores deducida por el Hombre. En la fase de doctrina religiosa (después de 1.864) fue la aplicación hecha por el hombre de la Doctrina Espirita de 1.857 a los fundamentos de la Religión Natural"

Tenemos que, la Doctrina Espirita, inseparable en sus tres aspectos así debe ser estudiada, comprendida y practicada: ella esclarece, comprueba y demuestra, racionalmente la naturaleza espiritual del Hombre y su glorioso destino.

El Espiritismo es completo como Doctrina: Como Ciencia, nos prueba que la vida es eterna, transcurriendo en planos diferentes, siendo la espiritualidad, nuestra verdadera patria; como filosofía nos explica el mecanismo de la evolución y las leyes que regulan las relaciones de las almas, en su eterno caminar hacia Dios, sujetas a reencarnaciones periódicas, al determinismo dictado por la Ley de causa y efecto como producto del mal uso del libre albedrío; y como Religión natural, ilumina nuestro comportamiento en el mundo de las formas físicas, aumentando nuestro discernimiento del bien y del mal y mostrando nuestra responsabilidad en la selección de los caminos, para alcanzar los objetivos de la creación y la felicidad, con la perfección moral.

Y afirma el Maestro de Lión que para mejor caracterizar a la Doctrina Espirita, la debemos considerar bajo tres aspectos iniciales: origen, constitución y naturaleza. En cuanto al origen, la Doctrina no es una obra personal, no proviene de un sólo Espíritu, ni fue recibida a través de un sólo médium.


En cuanto a la constitución (estructura), que comprende la enseñanza de los Espíritus Superiores (generalidades) y el desenvolvimiento de la Doctrina (aplicación a las necesidades y problemas de la vida misma), ella es auténtica, no exclusivista, relativista, y racionalista por excelencia. 
En cuanto a la naturaleza se destaca por su sentido progresista (acompaña a la evolución general de la ciencia) y de consistencia (no modifica su contenido esencial), pues es, simultáneamente, dinámica y    estable.

6.1   EL ESPIRITISMO  COMO FILOSOFÍA 

El Espiritismo es una Doctrina esencialmente filosófica, no obstante sus principios sean comprobados experimentalmente, lo que le confiere también el carácter científico.

Cuando el Hombre pregunta, interroga, piensa, quiere saber el "cómo" y él "por qué" de las cosas, de los hechos, de los acontecimientos, nace la FILOSOFÍA, que nos muestra lo que son las cosas y por qué son las cosas lo que son.
El carácter filosófico del Espiritismo está, en el estudio que hace del Hombre, sobre todo del Espíritu, de sus problemas, de su origen, de su destino. Ese estudio lleva al conocimiento del mecanismo de las relaciones de los Hombres que viven en la Tierra, con aquellos que ya se despidieron de ella, temporalmente, por la muerte, estableciendo las bases de esa permanente relación, demostrando la existencia, incuestionable, de algo que todo crea y todo comanda, inteligentemente - DIOS.

Definiendo las responsabilidades del Espíritu, tanto reencarnado como desencarnado, el Espiritismo es Filosofía, una regla moral de vida y comportamiento para los seres de la creación, dotados de sentimiento, razón y conciencia.

La Filosofía Espirita nos muestra que:

"La ley natural es la ley de Dios; la única verdadera para la felicidad del hombre. Ella le indica lo que él debe hacer o no hacer, y se hace infeliz si de ella se aparta".  - (Allan Kardec, Pregunta 614, de El Libro de los Espíritus).
Como ser moral consciente, el Hombre tiene libertad con responsabilidad, y es eso lo que la Filosofía Espirita le muestra con claridad, a la luz de la Doctrina de las vidas sucesivas, de la reencarnación, de la ley de causa y efecto, del libre albedrío. 

Es una filosofía de amor y de bondad, de tolerancia y de solidaridad, de consecuencias religiosas:

"El Espiritismo como Filosofía conduce, así, a la Moral Espirita, que no es otra sino la propia moral evangélica, racionalmente explicada, enteramente desembarazada de las interpretaciones teológicas y místicas". - (J. Herculano Pires,  "El Espíritu y el Tiempo").

6.2   EL ESPIRITISMO COMO CIENCIA

El Espiritismo pasa de la Filosofía a la Ciencia, cuando confirma por la experimentación, los conocimientos filosóficos, que difunde. De hecho, hay, en el Espiritismo, la fenomenología, que debe ser probada por medios y métodos científicos. 

El Espiritismo, en el cuadro general del Espiritualismo, es positivo y consciente, no se pierde en hipótesis metafísicas y constituye un proceso triple de conocimiento: filosófico, científico, religioso (moral).

"La Filosofía se basa en el conocimiento de la esencia que explica e indaga las cosas, la individualidad y la personalidad del hombre. Es indiscutible que, para el estudio del Nuevo Espiritualismo, es necesario conocer los principios esenciales de la Filosofía. ¿Por qué es necesario ese conocimiento? Porque la Doctrina Espirita está estrechamente ligada a la filosofía espiritualista, sin la cual no podríamos comprender exactamente los valores y el alcance de la teoría y práctica del ESPIRITISMO. - (Humberto Mariotti, en "El Hombre y la Sociedad en una Nueva Civilización).

Como Filosofía trata del conocimiento frente a la razón, indaga sobre los principios, las causas, investiga el Espíritu, en fin, interpreta los fenómenos; la Ciencia, los prueba. 
Los hechos ó fenómenos Espiritas, son producidos por los espíritus desencarnados, son la sustancia misma de la Ciencia Espirita y su objeto es estudio y conocimiento de esos fenómenos, para la fijación de las leyes que los rigen. Ellos constituyen el medio de comunicación entre nuestro mundo físico y el mundo espiritual, aunque de características diferentes, pero que no impiden el intercambio que siempre hubo, entre los vivos y los muertos, según la terminología usual.

Infelizmente, la Ciencia académica, por preconcepto y orgullo, no se dispone aún a un estudio sistemático y profundo del fenómeno espirita, alegando que no puede hacerlo, cuando y donde desea y en la cantidad necesaria, lo que revela, simplemente, desconocimiento completo del asunto. El fenómeno espirita tiene características propias, que no pueden ser desatendidas, pues lidiamos, en este caso, con inteligencias, encarnadas y desencarnadas, con libre albedrío, razón y conciencia.

Las Casas Espiritas, promoviendo reuniones mediúmnicas, aunque sin propósito de investigación científica, recogen mensajes de los Espíritus Superiores, que nos permiten conocer, en parte, el mecanismo de las comunicaciones entre los dos mundos, ordenando y disciplinándose así, la mediumnidad.


Un aspecto importante del Espiritismo es que, sin propósito competitivo, él alcanza todas las formas de conocimiento del mundo actual, lanzando luz sobre muchos problemas de las ciencias físicas, biológicas, sociológicas, médicas, políticas, jurídicas. Por ello, Kardec dijo:

 "El Espiritismo y la Ciencia se complementan el uno con la otra; la Ciencia, si el  Espiritismo, se halla imposibilitada para explicar ciertos fenómenos, únicamente por las leyes de la materia; el Espiritismo sin la Ciencia, quedaría sin apoyo y examen" - (El Génesis).
 

La Ciencia Espirita se clasifica, así, entre las ciencias positivas o experimentales y se vale del método analítico o inductivo, porque observa y examina los fenómenos mediúmnicos, hace experiencias, los comprueba. Su objeto es el Espíritu, el principio inteligente del Universo. 
Gracias al Espiritismo como ciencia, desaparece el viejo antagonismo, el eterno divorcio de la ciencia con la fe, pues no más se trata, ahora, del espiritualismo utópico, de los dogmas, de las creencias, de lo sobrenatural y de lo místico; es la propia razón, el lúcido raciocinio, la lógica abierta, que forman, al lado de una vasta fenomenología, cada día más exuberante y comprobada, el substrato mismo, de la ciencia psíquica. De hecho,  
  
"La nueva ciencia espiritualista no es, pues, una obra de imaginación; es el resultado de largas y pacientes investigaciones, el fruto de innumerables investigaciones. Los hombres que las emprendieron son conocidos en todas las esferas científicas: son portadores de nombres célebres y respetados" - (León Denis, "En lo Invisible").

Opinión que igualmente expresa en "El Fenómeno Espirita", otra de sus monumentales obras:

"El Espiritismo es una Ciencia, cuyo fin es la demostración experimental de la existencia del alma y su
inmortalidad, por medio de las comunicaciones con aquellos a los cuales impropiamente se les ha
llamado muertos". 

En resumen: La Doctrina Espirita es ciencia cuando comprueba experimentalmente, la existencia del Espíritu y su sobrevivencia al abandonar el cuerpo carnal. Esa comprobación se da por medio de los fenómenos espiritas, observados en las reuniones mediúmnicas.

6.3   EL ESPIRITISMO COMO RELIGIÓN 


Siempre se consideró religión (de relegere, que significa  "tratar con las cosas de Dios", o de  religare, esto es, unir el hombre a Dios, o mejor llevarlo de regreso a Dios) el culto instituido y formal, con su templo ó iglesia, sus imágenes, su ritual, su jerarquía sacerdotal, sus dogmas, mitos y creencias. En ese sentido el Espiritismo no es religión.

Por eso, Kardec, orientado por los Espíritus Superiores, estableció primeramente, los fundamentos filosóficos y científicos de la Doctrina Espirita, ya que conocía bien a los hombres, con su espíritu de imitación, sus debilidades y su gusto por lo exótico  y porque no se trataba de fundar una religión más, capaz de satisfacer a los sentidos y los sentimientos superficiales de la criatura, pero sí las necesidades íntimas del alma, sólo más tarde fue publicado EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO.
Sin embargo, el Codificador esclarecía, en su discurso del 2 de noviembre de 1.868, en la Sociedad Espirita de París que 

"Sin duda, en el sentido filosófico, el Espiritismo es una religión, y nosotros nos ufanamos de eso".  

Así, comprometido el Espiritismo en demostrar la necesidad de la urgente reforma íntima del hombre, esclareciéndolo en cuanto a su origen y naturaleza, y también con relación al progreso continuo del espíritu humano, no podía olvidar que, primordialmente, esa evolución se apoya en el sentimiento religioso de todas las criaturas, manifestados en actos de adoración y recogimiento en una conducta
moralmente elevada.

Era preciso, pues, despertar la conciencia de los hombres para Dios y la realidad del Espíritu inmortal; mostrar la responsabilidad de cada uno, de acuerdo con su nivel evolutivo, por su posición y actitud en la vida, proporcionando a todos, igualmente, el entendimiento amplio, pero sencillo, de las leyes naturales y divinas, que presiden la Evolución.

El Espiritismo es, por tanto, la Religión natural y científica, de la fe raciocinada, sin misticismos y secretos iniciativos, una forma integral y consciente de la conducta humana. La Religión, entendida como filosofía de consecuencias religiosas, es la fábrica invisible del carácter y del sentimiento, la soberana escuela de la formación moral del pueblo, dotando al espíritu de poderosas luces para el sublime viaje a la inmortalidad.

Religión de la fe razonada, nos muestra que fuera de la caridad no hay salvación, siendo preciso, que el hombre crea, y que sus actos estén de acuerdo con las leyes de Dios, de la fraternidad, de la bondad, del altruismo, de la humildad, del trabajo, de la tolerancia y de la solidaridad, en armonía con los semejantes y aún con los seres inferiores de la Creación. Como explicaba Descartes, cuanto más concebimos la perfección de una cosa, más debemos creer que su causa sea más perfecta aún.

En el Espiritismo, la religión no suprime la razón, porque la fe es razonada. Así, el carácter religioso de la Doctrina Espirita no entra en conflicto con su aspecto científico y mucho menos con sus postulados filosóficos. Los postulados de la Doctrina jamás negaron su aspecto religioso, y lo más importante de éste, es que conduce al hombre hacia su verdadero destino, a través de la reforma íntima, al reconciliarlo con las leyes divinas.

El carácter religioso del Espiritismo lo manifiesta irrefutablemente el propio Allan Kardec, en todas las obras de la Codificación Espirita.  

"EL ESPIRITISMO es fuerte porque se asienta sobre las propias bases de la Religión" - El Libro de los Espíritus. 

"EL ESPIRITISMO viene a confirmar las verdades fundamentales de la religión" - Qué es el Espiritismo.

"EL ESPIRITISMO reposa sobre las bases fundamentales de la Religión y respeta todas las creencias: uno de sus propósitos es despertar sentimientos religiosos en quienes no los posean, y fortalecerlos en quienes los tengan vacilantes" - El Libro de los Médiums.

"La Ciencia y la Religión son las dos palancas de la inteligencia humana: una revela las leyes del mundo material y la otra las del mundo moral, teniendo, tanto la una como la otra, el mismo principio: DIOS, razón, por la que no pueden contradecirse" - El Evangelio Según el Espiritismo.

"EL ESPIRITISMO viene a colocar un dique a la difusión de la incredulidad" - El Cielo y el Infierno.

"EL ESPIRITISMO lejos de negar o destruir el Evangelio, viene por el contrario, a confirmar, explicar y desenvolver, por la nuevas leyes de la naturaleza, que revela, todo cuanto el Cristo dijo e hizo" - EL Génesis.

"EL ESPIRITISMO no viene a destruir los hechos religiosos, no obstante los sanciona, dándoles una explicación racional" - Obras Póstumas.

“En pocas palabras, lo que caracteriza a la revelación espírita es su origen divino, con la iniciativa de los Espíritus y su elaboración, fruto del trabajo del hombre.” Allan Kardec – La Génesis – Cap. I





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