viernes, 11 de junio de 2010

¿QUIÉN FUE ALLAN KARDEC?

El Codificador del Espiritismo

1.1 SU BIOGRAFÍA

 A los 50 años, el Profesor Hippolyte León Denizard Rivail era en Francia, un nombre respetado en las letras, en la enseñanza y en la filosofía; metódico, trabajador infatigable, dotado de gran sentido de responsabilidad, el Profesor Hippolyte era poseedor de cualidades intelectuales y morales, que lo acreditaban para la gran tarea que, en breve, iría a desempeñar.

De él dijo André Moreil que: al término de su larga actividad y experiencia pedagógica, estaba preparado para otra tarea; la fundación científica del Espiritismo".  - (Vida y Obra de Allan Kardec).

De hecho, se convirtiera en hombre universal y en una vida de estudios y esfuerzos, ejercitara "la paciencia, el trabajo, la observación, la fuerza de voluntad y el amor a las buenas causas, con el fin de poder excelentemente desempeñar la gloriosa misión que le estaba reservada", como juiciosamente lo afirma la Revista Reformador, de febrero de 1.969.

En 1.853 las "mesas giratorias" revolucionaban a Europa, sobretodo en Francia; los fenómenos, de hecho, extraordinarios, atraían la atención de todos, aunque muchos los consideraban pura necedad o simplemente un fraude. 
El Profesor Rivail era un estudioso de los fenómenos magnéticos y relata como encaró, en un principio, estos maravillosos hechos: "Fue en 1.854 que escuché hablar, por vez primera, de las mesas giratorias. Encontrándome con el señor Fortier, magnetizador a quien mucho tiempo atrás conocía, me dijo:    -- "¿Sabéis que se acaba de descubrir en el magnetismo una singular propiedad? Parece que no sólo las personas se magnetizan, sino también las mesas, las cuales giran y se mueven a voluntad". -- "Y, sobre el particular, respondí: eso no me parece rigurosamente imposible. El fluido magnético, especie de electricidad, puede muy bien actuar sobre los cuerpos inertes y hacerlos mover"
Por lo visto, el Profesor Rivail admitía los fenómenos, que juzgaba posible por fuerza del magnetismo. Tiempo después, se encontró de nuevo con Fortier, que le dijo, entusiasmado. -- "Es extraordinario. Las mesas no sólo se mueven y andan, también hablan..." -- "Eso es otro asunto, respondí. Sólo creeré viendo y probando que la mesa tiene cerebro para pensar, nervios para sentir y que puede volverse sonámbula. Hasta ahí, permítame que considere eso una historia fabulosa".  

En 1.855, el futuro Codificador del Espiritismo encuentra al Señor Carlotti y el amigo le cuenta cosas asombrosas, producidas por la acción de los espíritus, lo que le produce mayor duda aun. Cuando el amigo se despide le dice: “¡Un día será de los nuestros!” El Profesor Rivail responde: -- "No digo que no, veremos más tarde".  

Era, en verdad, el hombre cauteloso, el verdadero sabio, sin preconceptos, que primero observa y examina, experimenta y comprueba, para luego admitir o rechazar, definitivamente.

En mayo de ese año, en compañía de Fortier, va a casa de una sonámbula, la Sra. Rogers, donde encuentra al Sr. Patiere, y a Madame Plainemaison que le cuentan muchos hechos con serenidad y convicción. Por invitación de Patiere asiste a sesiones en la casa de Madame Plainemasion y presencia entonces los fenómenos de los cuales había oído hablar: -- "Fue allí donde por primera vez presencié el fenómeno de las mesas que giraban, saltaban y corrían, en condiciones tales que era imposible dudar". 

Después, frecuentó la casa de la familia Baudin, donde Carolina y Julia, las dos pequeñas, recibían mensajes con la ayuda de la cesta de pico y de la cesta trompo, que llevaron a  Kardec a encarar con mucha seriedad el estudio de los fenómenos, en los cuales presentía algo de extraordinario. Finalmente se convenciera, que tales fenómenos eran producidos por los espíritus.

Observador agudo, el Profesor Hippolyte dedujo luego que, siendo los Espíritus las almas de los hombres, que dejaron la Tierra por la muerte, no tenían sino los conocimientos, los vicios y las virtudes aquí demostrados, por lo que sólo podían, en sus mensajes, hablar y esclarecer, de acuerdo con su grado de progreso intelectual y moral. Por eso, no aceptaba nada sin pasarlo por el filtro de la lógica y del buen sentido: --"Vi, luego, que cada espíritu, según su posición y conocimientos, me patentizaba un aspecto de aquel mundo" (el espiritual). "Procedí con los espíritus como lo hubiera hecho con los hombres; los consideré, desde el menor hasta el mayor, como elementos de instrucción y no como reveladores predestinados". 

El futuro Codificador había recibido muchos mensajes (50 cuadernos), obtenidos por la médium señorita Japhet, del Grupo de Victorien Sardou (dramaturgo), los cuales leyó con atención, pasando a revisarlos en casa del Sr. Rostan, donde se realizaban reuniones de estudio, recibiendo, entonces, esclarecimientos de los espíritus consultados. Se valió de muchos médiums, con el fin de obtener ilustración de varias fuentes. Las comunicaciones, leídas y examinadas con atención, espíritu crítico y la agudeza intelectual de que era dotado, permitieron al Profesor Rivail convencerse, definitivamente, de la existencia del mundo invisible de los Espíritus, convicción que él así explicó después:  -- "Esa creencia se apoya en raciocinios y hechos. No la acepté, hasta no examinarla detenidamente. Habiendo adquirido, en el estudio de las ciencias exactas, hábitos positivistas, exploré, escudriñé esa porque nunca acepto una idea sin conocer el por qué y el cómo" -  nueva ciencia en sus más íntimos repliegues; quise darme cuenta de todo,(Qué es el Espiritismo) - Libro con Link para download en la primera pagina - .  

Mantiene conversaciones con su guía, el Espíritu de Verdad; escucha, entre otros, a Hahnemann, el genial creador de la Homeopatía, desencarnado en 1.843 y recibe, del Espíritu Zéfiro, el mensaje que le revela haber sido él, en las Galias (hoy Francia), un sacerdote druida, con el nombre de Allan Kardec, que adopta como seudónimo. Publica, entonces, el 18 de abril de 1.857, EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, con el cual surge en el mundo el ESPIRITISMO. 
Año tras año, de los que le restaban por vivir, y que no eran muchos, Allan Kardec trabaja, metódicamente, en la propagación de la Doctrina y en la elaboración de las obras, que debían complementar la ya publicada. En 1.858 edita la REVISTA ESPIRITA, el primer órgano espírita de Francia, y el más antiguo del mundo. En este mismo año funda LA SOCIEDAD PARISIENSE DE ESTUDIOS ESPÍRITISTAS, que muchos servicios prestaron a la naciente Doctrina Espirita. 
El día 15 de enero de 1.861 lanza EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS, QUE COMPRUEBA EL CARÁCTER CIENTÍFICO del Espiritismo y cuya publicación hace que alcatolicismo y sus simpatizantes se levanten contra el Autor, las ideas expuestas y los hechos que expone; también la Ciencia que se mostró hostil. La primera obra situó el asunto en el mundo de las ideas, del debate filosófico; en esta, se contrariaban, con hechos, sistemas religiosos y científicos tradicionales, basados en dogmas y en el materialismo dominante. Kardec teme por la dirección del movimiento espirita, cuando falleciere, pero los Espíritus lo tranquilizan: otros trabajadores continuarán la tarea. 
En 1.861 la inquisición española ordena quemar, en Barcelona, 300 libros Espiritas, a pesar de las protestas de Kardec. Más tarde en una sesión mediúmnica, el Obispo de Barcelona, autor del auto de fe, transmite, mediúmnicamente, la siguiente declaración: -- "Está escrito: tu quemaste las ideas y las ideas te quemaron". -- "Rogad por mí" manifestó, "rogad, porque es agradable a Dios la oración del perseguido por el perseguidor. Habla el que fue Obispo y hoy no es más que un penitente".

En 1.862 Kardec visita a correligionarios en Lyón y Bordeaux, haciendo propaganda de la doctrina.

En 1.864, sale a la luz IMITACIÓN DEL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO, llamado después EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO, y, en 1.865 publica EL CIELO Y EL INFIERNO. 

La Doctrina se impone, como verdadera fuente de bendiciones espirituales. 
En 1.868 es publicado LA GÉNESIS, con la cual completa la CODIFICACIÓN de la DOCTRINA ESPIRITA, y el nombre de Allan Kardec pasa a figurar en el NUEVO DICCIONARIO UNIVERSAL, de Lachatre, como filósofo. Se debe a Allan Kardec la Codificación, esto es, la reunión de sus principios básicos y de sus normas generales en libros (códigos), de acuerdo con las respuestas y explicaciones dadas por los Espíritus a las numerosas preguntas que les fueron formuladas. 
Sus padres fueron el Juez de Derecho Jean Baptiste Antoine Rivail y Jeanne Duchamel, cuyo hijo Hippolyte, el futuro Allan Kardec, nació en Lyón, en la Calle Sala, 76, a las 19 horas del día 3 de octubre de 1.804, se casó el 6 de febrero de 1.832, con la profesora Amélie Gabrielle Boudet, de cuya unión no hubo hijos y que sobrevivió al marido, que desencarnó el 31 de marzo de 1.869, sin haber completado los 65 años.

Tuvo esmerada educación, como alumno del renombrado Juan Enrique Pestalozzi, notable educador nacido en Zurich, Suiza y del cual fue también colaborador en la dirección de la escuela instalada en Iverdum, donde imperaban las ideas de libertad y fraternidad, ambiente en el que según Henri Sausse biógrafo de Kardec, "se desenvolvieron las ideas que debían volverlo más tarde observador atento y meticuloso, pensador prudente y profundo".

Poseía vasta cultura humanística, hablando y escribiendo el alemán, inglés, italiano, castellano, griego, latín. Gran amigo de la infancia, escribiendo para ella muchas obras, relacionadas con las lenguas, matemáticas, ciencias naturales, adoptadas oficialmente en escuelas y Universidades.

El Profesor Hippolyte fundó también el "Instituto Rivail", en la calle Sevres, 35, donde adoptó los métodos de Pestalozzi, pero fue obligado a cerrarlo por causa de un tío, que le ocasionó perjuicios económicos. Es entonces, se dedica a la traducción de libros, a la organización de escrituras y documentos para firmas, a la composición de obras, sin desanimarse por el revés sufrido. El 31 de marzo de 1.869, entre las 11 y 12 horas, cuando hacía los preparativos para cambiarse de domicilio, y atendiendo su librería, cae fulminado por un aneurisma y desencarna. Estaba cumplida muy bien la misión, podía el misionero regresar. Como todos los que traen mensajes nuevos, Allan Kardec pasó, también por muchas amarguras, sufrió ataques crueles y fue incomprendido hasta por sus compañeros en ideal. Sobre el particular había sido avisado por los guías espirituales.
    
Hoy, analizado con imparcialidad y juzgado sin pasión, su figura se agiganta y aparece con todas las nobles cualidades de la que era portador; valentía, sentido de responsabilidad, humildad, capacidad de trabajo y organización, inmensos recursos de conocimientos, buen sentido y serenidad. La misión, que desempeñó en la Tierra, con tanta devoción, hace parte de esas que constituyen las magnas epopeyas humanas, las cuales, sin duda, definen grandes eras de la Humanidad: Kardec inauguró la más importante de ellas, la Era del Espíritu.


OTRAS OBRAS DEL CODIFICADOR

1.-Revista Espirita -1.857- 

2.-Qué es el Espiritismo -1.858- 

3.-El Espiritismo en su más simple Expresión - 1.862 

4.-Viaje Espirita en 1.862 

5.-Libro de oraciones escogidas 

6.-Obras Póstumas -1.890- 

7.-Instrucción Práctica sobre las manifestaciones Espiritas - 1.858




“El Trabajo será siempre el prodigio de la vida, creando progreso y consuelo, alegría y renovación”
Del Libro “Coraje” – Chico Xavier - Emmanuel



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martes, 8 de junio de 2010

¿SE DEBE ESTUDIAR EL ESPIRITISMO?

El conocimiento se adquiere, normalmente, por el estudio, que es el esfuerzo metódico para aprender. Nadie aprende sin estudiar sea lo que fuere. Para ser médico, es necesario estudiar Medicina, una de las ramas de la ciencia. El Espiritismo es una ciencia compleja, la Ciencia del alma. Es más que Ciencia, es una Doctrina, basada en principios científicos, filosóficos y religiosos. Por lo tanto, para conocer la Doctrina Espirita es preciso estudiarla y mucho.

En el medio espirita serio y responsable se está haciendo énfasis a la necesidad del estudio del
Espiritismo, porque, infelizmente, muchos de sus adeptos, inclusive los médiums, no lo conocen, aún en sus principios y fundamentos principales.

La investigación ha demostrado que las sesiones mediúmnicas son muy solicitadas, mientras que las de
estudio doctrinario, transcurren vacías o con frecuencia mínima. Muchos dirigentes de instituciones espiritas, no han leído a Kardec o mezclan preconceptos doctrinarios de los más variados, como si se tratara de Espiritismo.

Deolindo Amorín, capacitado expositor de la Doctrina Espirita se expresa  al respecto sobre la necesidad de una educación con base en el Espiritismo.

"Y al final, ¿que es la educación, según la Doctrina Espirita? No es solamente instruir, no es simplemente inculcar hábitos externos, es transformar el hombre dándole una concepción de la vida fundamentada en la supremacía del espíritu y de los valores morales.  La Educación, según la Doctrina Espirita, es finalista, porque tiene un fin. Y si así no fuese, naturalmente no tendría sentido práctico y caería en el formalismo.

Mas el fin de la educación, en términos espiritas, no es simplemente inmediato o profesional, el fin, en este caso, es abarcar el hombre real en su totalidad, esto es, cuerpo y espíritu, teniendo en cuenta la vida actual y la vida futura. Como se observa, su finalidad es superior".
 
Del espíritu Emmanuel es la siguiente síntesis magistral:
"Recuerda que, en Doctrina Espirita, es preciso estudiar y aprender, entender y explicar."
 
El Espíritu de VERDAD en la Codificación afirma:
"¡Espiritas! Amaos, he aquí el primer mandamiento; instruíos, he aquí el segundo."

Instrucción y educación son procesos inalienables de transformación moral del Hombre, por la cultura y por la integración en la Humanidad.  Educar para vida futura es el papel preponderante del Espiritismo.



Dice la sabiduría de todos los tiempos: “Ayúdate, que el cielo te ayudará”;
Afirmativa sublime que nos permitimos parafrasear, acentuando:
“Ayúdate hoy, que el cielo te ayudará siempre”
Libro “Coraje” - André Luiz – Chico Xavier


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domingo, 6 de junio de 2010


Introducción al Estudio de la Doctrina Espirita


I. - Espiritismo y Espiritualismo

Para se designar cosas nuevas se necesitan nuevas palabras. Así lo quiere la claridad de lenguaje, para evitar la confusión inseparable del sentido múltiple de los mismo términos.

Espiritualismo es el opuesto de materialismo, cualquiera que crea tener en sí algo más que la materia es un espiritualista. Pero para aquellos que crea en la existencia de los Espíritus o en su comunicabilidad con el mundo visible, emplearemos para designar esta creencia las palabras espirita y Espiritismo. Entonces la Doctrina Espirita o el Espiritismo tiene por principios las relaciones del mundo material con los Espíritus o Seres del Mundo Invisible. Los adeptos del Espiritismo son los espiritas o, también pueden ser llamados de espiritistas.

¿Que es el Espiritismo?

El Espiritismo es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que pueden establecer con los espíritus; como doctrina filosófica, comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones. Es la Ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los espíritus, y de sus relaciones con el mundo corporal.

SUS INICIOS


En el año 1848, llamaron la atención en los Estados Unidos de América diversos fenómenos extraños, que consistirían en ruidos, golpes y movimientos de objetos sin causa conocida. Estos fenómenos, con frecuencia, tenían lugar espontáneamente con una intensidad y persistencia singulares; pero se notó también que se producían, más particularmente, bajo la influencia de ciertas personas que se designaron con el nombre de médiums, quienes podían, hasta cierto punto, provocarlos a su voluntad, lo que permitió repetir los experimentos.
Con preferencia se servían de mesas, no porque este objeto fuese más a propósito que otro, sino únicamente porque es movible, más cómodo y porque podemos más fácil y naturalmente sentarnos justo a una mesa que junto a cualquier otro mueble. Se obtuvo de este modo la rotación de la mesa, después movimientos en todas direcciones, saltos, caídas, elevaciones, golpes violentos, etc. Este fenómeno fue designado, en un principio, con el nombre de mesas giratorias o danza de las mesas.

Hasta aquí el fenómeno podía explicarse perfectamente por una corriente eléctrica o magnética, o por la acción de un fluido desconocido, y ésta fue la primera opinión que se formó. No tardó en reconocerse, en estos fenómenos, efectos inteligentes de manera que los movimientos obedecían a la voluntad; la mesa se dirigía a la derecha o a la izquierda de una persona determinada, se levantaba, cuando se le mandaba, sobre uno o dos pies, daba los golpes que se le pedían, marcaba el compás, etc. Quedó probado desde entonces, con evidencia, que la causa no era puramente física, y según el axioma de que si todo efecto tiene una causa, todo efecto inteligente debe tener una causa inteligente, se dedujo que la causa de este fenómeno debía ser una inteligencia.

¿Cuál era su naturaleza? Esta era la cuestión. El primer pensamiento fue que podía ser un reflejo de la inteligencia del médium o de los asistentes, pero la experiencia demostró muy pronto la imposibilidad de que así fuese, porque se obtuvieron cosas completamente ajenas al pensamiento y conocimiento de las personas presentes, y hasta en contradicción con sus ideas, su voluntad y sus deseos; no podía proceder sino de un ser invisible. El medio de cerciorarse de esto era muy sencillo: se trató de entrar en conversación con aquel ser, lo que se hizo por medio de un convenido número de golpes que significaban sí o no o designaban las letras del alfabeto, y se obtuvieron de este modo respuestas a las diferentes preguntas que se le hacían. Este fue el fenómeno que se designó con el nombre de mesas parlantes.

Preguntados todos los seres que se comunicaban de este modo sobre su naturaleza, declararon ser espíritus y pertenecer al mundo invisible. Habiéndose producido los mismos efectos en un gran número de localidades, por medio de diferentes personas, y siendo observados, además, por hombres muy respetables y muy ilustrados, no era posible que fuesen juguete de una ilusión. Este fenómeno, desde América, pasó a Francia y al resto de Europa, y durante algunos años, las mesas giratorias o parlantes estuvieron de moda, llegando a ser diversión de salones.

(...) Las comunicaciones por golpes eran lentas e incompletas; se notó que adaptando un lápiz a un objeto movible, como una cestita, ablita u otra cosa sobre la cual se apoyaban los dedos, se ponía el objeto en movimiento y trazaba caracteres. Más tarde, se reconoció que aun estos objetos no eran más que accesorios, de los cuales se podía prescindir. La experiencia demostró que el Espíritu, obrando sobre un cuerpo inerte para dirigirlo a su voluntad, podía tener acción del mismo modo sobre el brazo o la mano para conducir el lápiz. Entonces se obtuvieron médiums escribientes, esto es, personas que escribían de una manera involuntaria a impulso de los espíritus, las cuales venían a ser de este modo instrumentos e intérpretes de los espíritus. Desde este momento, las comunicaciones no tuvieron límites y el cambio de pensamientos pudo hacerse con tanta rapidez y extensión como entre los vivos.

(...)¿Qué espíritus son éstos? ¿Qué destino tienen en el Universo? ¿Con qué fin se comunican con los mortales? Tales fueron las primeras preguntas que se trataron de resolver. Se supo muy pronto, por ellos mismos, que no son seres excepcionales en la Creación, sino las mismas almas de aquellos que han vivido en la Tierra o en otros mundos; que estas almas, después de haberse despojado de la envoltura corporal, pueblan y recorren el espacio.

No fue ya lícito ponerlo en duda cuando entre ellos se reconocieron parientes y amigos, con los cuales se pudo entablar conversación, al venir a dar pruebas de su existencia, a demostrar que sólo muere el cuerpo, que el alma o Espíritu vive siempre; y nos hicieron comprender que están aquí a nuestro lado, como durante su vida, viéndonos, observándonos, rodeando solícitos a aquellos a quienes han amado y cuyo recuerdo es para ellos una dulce satisfacción.

(...) Los espíritus pueden también manifestarse de muchas maneras, entre otras por la visión y por la audición. Ciertas personas llamadas médiums auditivos tienen la facultad de oírles, y pueden así conversar con ellos; otros los ven: éstos son médiums videntes. Los espíritus que se manifiestan a la vista se presentan generalmente bajo una forma análoga a la que habían tenido durante su vida, pero vaporosa: otras veces esta forma tiene todas las apariencias de un ser viviente, hasta el extremo de producir completa ilusión y de que a veces se les haya tomado por personas de carne y hueso, con las cuales se ha podido hablar y cambiar apretones de manos, sin saber que se trataba con los espíritus más que por su desaparición instantánea. La vista general y permanente de los espíritus es muy rara, pero las apariciones individuales son muy frecuentes, sobre todo en el momento de la muerte. El Espíritu, desprendido del cuerpo, parece que se da prisa en ir a ver a sus parientes y amigos, como para advertirles que acaba de dejar la Tierra y manifestarles que vive aún.

(...) El Espiritismo, sin embargo, no es un descubrimiento moderno; los hechos y los principios en que descansa se pierden en la oscuridad de los tiempos, porque se encuentran sus huellas en las creencias de los pueblos, en todas las religiones, en la mayor parte de los escritos sagrados y profanos, sólo que los hechos incompletamente observados han sido interpretados con frecuencia con arreglo a las ideas supersticiosas de la ignorancia, y sin haber deducido de ellos todas las consecuencias.

(...) El Espiritismo, pues, ni los ha descubierto ni inventado. Si las almas o espíritus se manifiestan a los vivos, es porque esto es natural, y desde luego han debido hacerlo en todas las épocas. Así es que de todas ellas y en todas partes se hallan pruebas de sus manifestaciones, las cuales abundan, mayormente, en los relatos bíblicos.

(...)Desde el punto de vista religioso, el Espiritismo tiene por base las verdades fundamentales de todas las religiones: Dios, el alma, la inmortalidad, las penas y las recompensas futuras, pero es independiente de todo culto particular. Su fin es probar la existencia del alma a los que la nieguen o dudan de ella; que sobrevive al cuerpo, y que sufre después de la muerte las consecuencias del bien o del mal que ha hecho durante la vida corporal, lo cual pertenece a todas las religiones.

Como creencia en los espíritus, pertenece a todas las religiones y forma parte de todos los pueblos, puesto que donde hay hombres hay almas o espíritus, y puesto que las manifestaciones han tenido lugar siempre, y su relato se encuentra en todas las religiones sin excepción. Se puede ser, pues, griego o romano, protestante, judío o musulmán, y creer en las manifestaciones de los espíritus, y por consiguiente, ser espiritista; la prueba está en que el Espiritismo tiene adeptos en todas las sectas.

Como moral, es esencialmente cristiano, porque la que enseña no es más que el desarrollo y la aplicación de la de Cristo, la más pura de todas y cuya superioridad no es negada por nadie; prueba evidente de que es la ley de Dios, y que la moral está a disposición de todo el mundo.

Siendo independiente el Espiritismo de toda forma de culto, no prescribiendo ninguno, y no ocupándose de dogmas particulares, no es una religión especial, porque no tiene sacerdotes ni templos. A los que le preguntan si hacen bien o mal en seguir tal o cual práctica, responde: Si creéis vuestra conciencia obligada a hacerlo, hacedlo: Dios tiene siempre en cuenta la intención. En una palabra, no impone a nadie; no se dirige a los que, teniendo fe, están satisfechos de ella, sino a la numerosa categoría de los vacilantes e incrédulos. No los arrebata a la iglesia, puesto que moralmente se han separado de ella total o parcialmente; les hace recorrer las tres cuartas partes del camino para volver a aquélla, a la cual toca hacer lo demás.

Es verdad que el Espiritismo combate ciertas creencias, tales como las penas eternas, el fuego material del infierno, la personalidad del diablo, etc., ¿Pero no es verdad que estas creencias, impuestas como absolutas, han hecho en todas las etapas de la humanidad incrédulos y los hacen aún hoy en nuestros días? Y si el Espiritismo, dando a estos y a otros dogmas una interpretación racional, conduce a la fe a aquellos que la abandonan, ¿No presta un servicio a la religión?

Así es
que un venerable eclesiástico decía con respecto a este asunto: “El Espiritismo hace creer algo, y vale más creer algo que no creer nada.”

Para mayores esclarecimientos bajar el libro.

Del Libro ¿Qué es Espiritismo de Allan Kardec? (Download)


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